El Gobierno de Bolivia ha decidido suspender temporalmente la exportación de carne de res hasta que los ganaderos reduzcan el precio del kilogramo vivo, medida que busca beneficiar al consumidor final. El viceministro de Comercio y Logística Interna, Grover Lacoa, afirmó que esta decisión se tomó debido al incremento significativo de precios en el mercado interno.
«Hemos determinado como Gobierno nacional no autorizar las exportaciones de carne de res hasta que se regularice el abastecimiento y se reduzca el precio en el mercado local en beneficio del pueblo boliviano», explicó Lacoa en una conferencia de prensa. El precio del kilogramo vivo ha aumentado de 12 a 21 bolivianos en el último año, mientras que el kilo de carne faenada alcanza los 40 bolivianos.
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La medida ha generado diversas reacciones en el sector ganadero, que justifica el incremento de precios por la sequía y los incendios que afectaron las pasturas, aunque desde diciembre se han registrado lluvias que permitieron el crecimiento de pastos. «El sector ganadero debe dar señales claras y concretas de reducción en el precio del kilogramo vivo para que esto impacte en toda la cadena de comercialización de carne», agregó Lacoa.
El Gobierno también ha anunciado un control más riguroso contra el contrabando de carne, con el objetivo de asegurar que el mercado interno esté bien abastecido y a precios justos. «Estamos comprometidos a garantizar el acceso a un precio justo para las familias bolivianas», concluyó Lacoa.
Esta medida es parte de un esfuerzo más amplio por parte del Gobierno para regular los precios de alimentos básicos y proteger a los consumidores. Sin embargo, los ganaderos han expresado su preocupación por el impacto que esta suspensión podría tener en sus ingresos y en la economía del sector.