Mundo, 1 de noviembre (Radio Splendid).- El aún presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, no ha reconocido abiertamente la victoria del líder izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva en las elecciones presidenciales celebradas este domingo, pero ha asegurado que respetará la Constitución.
«Agradezco a los 58 millones de brasileños que me votaron», ha afirmado Bolsonaro en sus primeras declaraciones 45 horas después de que se confirmaran los resultados de los comicios y en las que no ha nombrado su derrota ni ha felicitado a Lula da Silva por su victoria y ha recalcado que «seguirá siendo fiel a la Constitución».
Bolsonaro ha expresado además el «honor» que significa «ser el líder» de esas personas que, como él, defienden los valores conservadores que están impresos en su lema: «Dios, Patria, Familia y Libertad».
Lula ganó las elecciones con un estrecho margen, el 50,9% de los votos, frente al 49,1% de su rival. La comunidad internacional, e incluso destacados miembros del entorno de Bolsonaro, ya han felicitado a Lula por ganar las elecciones.
Bolsonaro había advertido en campaña de que podría no reconocer la legitimidad de los resultados electorales ante una hipotética derrota. Puso el foco en el voto electrónico instaurado desde hace años en el sistema electoral brasileño, pero también llegó a cuestionar a los miembros del Tribunal Superior Electoral, el organismo que ya ha reconocido la victoria de Lula.
Las protestas de camioneros, fruto de la «indignación»
Mientras, en carreteras en distintos puntos del país se han sucedido las protestas de partidarios de Bolsonaro. La Policía Federal de Carreteras (PRF, según sus siglas en portugués) ha informado a EFE de que se han registrado protestas de camioneros en varios estados, entre ellos Río de Janeiro, Paraná (sur) y Mato Grosso (centro), aunque las autoridades aún están recopilando los datos.
En varios vídeos que circulan en redes sociales, se ve a camioneros bloqueando las carreteras con sus vehículos o con neumáticos en llamas. En algunos casos, los manifestantes contestaban la victoria en las elecciones del líder progresista Luiz Inácio Lula da Silva y algunos pedían una «intervención» de las Fuerzas Armadas a favor de Bolsonaro.
Después de generar expectación por llegar tarde a dar su discurso, Bolsonaro ha explicado que los bloqueos de las carreteras están motivados «por la indignación» que han provocado los comicios y ha defendido que son «manifestaciones pacíficas».
El Ministerio Público le ha exigido a la Policía Federal de Carreteras informaciones sobre las medidas adoptadas para despejar las carreteras y ha advertido de que puede abrir procesos por omisión contra los agentes que se nieguen a hacerlo.
La Policía de Brasil ha informado de que está investigando casos de agentes que apoyan las protestas de los camioneros. El corregidor general de la PRF, Wendel Benevides, ha afirmado que ya han identificado «tres casos» uno en Sao Paulo y dos en Santa Catarina, de «desvío de conducta».
«La PRF actúa en cumplimiento con la ley y no apoya ilegalidades o bloqueo de carreteras», ha asegurado en una rueda de prensa en la que ha aclarado que los agentes no han sido suspendidos de sus funciones de forma preventiva y que apenas fueron llamados a declarar dentro del proceso disciplinario instaurado.
Autoriza el proceso de transición
El Partido de los Trabajadores (PT) de Lula ha anunciado este martes que el vicepresidente electo, Geraldo Alckmin, será el encargado de coordinar la transición del Gobierno.
Tras la declaración de Bolsonaro, el ministro de la Casa Civil, Ciro Nogueria, ha anunciado que ha sido autorizado por el presidente para liderar el traspaso de poderes a su sucesor, a quien ha llamado «presidente Lula».
«En base a la ley, iniciaremos el proceso de transición», ha indicado Nogueria, con lo que despeja las dudas que aún había dejado sembradas el líder ultraderechista en sus declaraciones.
En este sentido, el Tribunal Supremo de Brasil ha señalado que Bolsonaro reconoce el resultado de las elecciones al autorizar el inicio del proceso de transición.
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