Un fuerte terremoto de 7,3 grados de magnitud se originó este miércoles en el nordeste de Japón, más precisamente en la zona de Fukushima, generando que las autoridades y cuerpos de emergencia emitieran una alerta por la eventual ocurrencia de un tsunami.
Según reportan medios internacionales, la fuerza del movimiento telúrico permitió que el sismo se pudiese percibir en lugares geográficamente distantes como la misma ciudad de Tokio, lugar en la que incluso se generaron cortes en el servicio de suministro de electricidad.
Primeros efectos:
Según detallan medios internacionales, el daño en el suministro eléctrico derivado del temblor de este miércoles, afectó a cerca de dos millones de personas; 700.000 de ellos en Tokio, en momentos en los que la hora local marcaba las 11:36 p.m., generando un evidente susto, más aún en los pobladores de edificaciones de gran altura, donde el movimiento, debido también a las características de sismo resistencia, se sintió con mayor intensidad.
Según los expertos, debido a la fuerza del sismo, se podría presentar un fenómeno natural que incrementa el oleaje y la altura de este, advirtiendo que este podría alcanzar una altura de aproximadamente un metro.
Autoridades de atención de emergencias aún no han confirmado si como resultado del movimiento de tierra se derivan personas heridas, ni tampoco se ha logrado establecer la magnitud de los daños estructurales que de ello se hubiesen podido derivar.
A través de las redes sociales, varios usuarios reportaron haber sentido el sismo, describiendo que tuvo una duración extensa.
El territorio donde se presentó el epicentro de este nuevo movimiento de tierra, es el mismo donde, hace 11 años, también a consecuencia de un sismo, se presentó una emergencia por tsunami, que a la vez derivó en una alerta nuclear derivada de las afectaciones sufridas por la planta energética situada en esa prefectura, y cuyo desmonte aún avanza.
En aquel entonces, la tragedia originó 18.500 muertos y decenas de desaparecidos.