Un equipo de expertos embarcó este martes en el enorme buque carguero que estuvo casi una semana atravesado en el Canal de Suez para buscar la respuesta a una simple pregunta que podría suponer miles de millones de dólares en consecuencias legales: ¿Qué salió mal?
Mientras los barcos volvían a recorrer el paso que conecta Oriente y Occidente a través del Mediterráneo y el Mar Rojo, cientos de embarcaciones más esperaban su turno en un proceso que tomaría días. Funcionarios egipcios, aseguradoras, navieras y otros esperaban a conocer más detalles sobre qué provocó que el Ever Given se quedara encajado en el tramo sur del canal el 23 de marzo.
Cuando se dirima la responsabilidad podrían comenzar años de litigios sobre los costes de reparar el barco, arreglar el canal y reembolsar a los que sufrieron demoras en sus cargamentos. Y con un barco propiedad de una firma japonesa, operado por una naviera taiwanesa, con bandera de Panamá y ahora detenido en Egipto, la cuestión se convierte rápidamente en un enredo internacional.
“Este barco es una conglomeración multinacional”, dio el capitán John Konrad, fundador y director general del sitio de noticias de navegación gcaptain.com.
Los expertos subieron el martes al Ever Given en el Gran Lago Amargo, justo al norte de donde se quedó bloqueado. Los investigadores buscaban indicios de daños y trataban de determinar la causa del incidente, indicó a The Associated Press un destacado piloto del canal, que habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado a informar a la prensa.
El daño al buque podría ser estructural, advirtió Konrad. Varado durante días en el canal, la parte central del barco subió y bajó con la marea, curvando el casco en ambas direcciones bajo el tremendo peso de unos 20.000 contenedores colocados a lo largo de sus 400 metros de eslora. El lunes, cuando los trabajadores reflotaron parcialmente el barco, toda esa presión se adelantó a su proa, que actuó como punto de apoyo hasta que el barco fue liberado por fin.
“La integridad estructural es lo primero. Ese barco soportó mucha presión cuando estaba atorado en el canal”, dijo Konrad. “Tienen que revisarlo todo, comprobar si hay grietas y en especial ese timón y el propulsor en popa que está conectado con la sala de máquinas”.
“Y después tienen que revisar todo el equipamiento mecánico, asegurarse de que prueban los motores, toda las cápsulas de seguridad, todo el equipamiento, y después determinar si es seguro que navegue por su cuenta o con una escolta de remolcadoras hasta el siguiente puerto”, añadió.
Para el martes por la mañana había más de 300 embarcaciones a ambos lados del Canal de Suez y en el Gran Lago Amargo que esperaban a recibir luz verde para navegar hacia sus destinos, indicó Leth Agencies, una firma que presta servicios al canal.
La firma propietaria del buque, Shoei Kisen, dijo el martes que participaría en la investigación junto con otras partes, aunque no las identificó. También rechazó hablar sobre las posibles causas del accidente, como un supuesto exceso de velocidad y otros errores, afirmando que no podía comentar una investigación en curso.
La compañía añadió que se creía que cualquier daño en el barco estaría por debajo. En un primer momento no estaba claro si el Ever Given sería reparado en el lugar el Egipto o si se dirigiría a su destino inicial, Rotterdam. Esa decisión la tomaría la empresa que opera el barco y no el propietario, añadió la compañía.
El bloqueo del canal paralizó el comercio marítimo equivalente a billones de dólares al día. Es probable que esas pérdidas, al igual que los daños físicos producidos por el siniestro, terminen en demandas.
Shoei Kisen Kaisha Ltd. tiene una cobertura de 3.000 millones de dólares en seguros de responsabilidad legal a través de 13 clubes de protección e indemnización. Esos clubes son mutuas sin fines de lucro que utilizan la mayoría de las compañías de logística del mundo.
Es probable que el propietario del barco pague a la autoridad del canal egipcio por la asistencia que ha recibido el Ever Given, según la firma legal Clyde and Co. La institución también podría multar al buque.
“Esperamos una exhaustiva investigación que determinará la causa”, dijo el bufete. “Evidentemente, la causa afectará a las responsabilidades legales del barco y a los intereses de la mercancía”.
Una flotilla de remolcadoras aprovechó las mareas el lunes para sacar el bulbo de proa del Ever Given de la orilla arenosa del canal, donde llevaba incrustado desde el 23 de marzo. Las remolcadoras hicieron sonar sus sirenas en celebración mientras guiaban al Ever Given por el canal tras días de un bloqueo que había cautivado al mundo, y provocado escrutinio y mofas en medios sociales.
Los analistas esperaban que despejar el tráfico acumulado a ambos lados del canal tomara al menos otros 10 días.
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