El Papa Francisco, primer pontífice latinoamericano de la historia, falleció el lunes 21 de abril de 2025 a los 88 años en su residencia de la Casa Santa Marta, en la Ciudad del Vaticano. Según el certificado de defunción, emitido por el director de Sanidad e Higiene del Vaticano, profesor Andrea Arcangeli, la causa fue un derrame cerebral seguido de un colapso cardiovascular irreversible . Su deceso ocurrió un día después de su última aparición pública durante la bendición Urbi et Orbi en la misa de Pascua .
El cortejo fúnebre que llevará este sábado el cuerpo del papa Francisco desde San Pedro del Vaticano hasta la basílica de Santa María la Mayor, donde será enterrado, atravesará a paso solemne seis kilómetros del corazón de Roma en un trayecto cargado de simbolismo que no tiene precedente en la historia reciente.
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El funeral está programado para el sábado 26 de abril en la Plaza de San Pedro y se espera la asistencia de más de 50 jefes de Estado y 10 monarcas, incluyendo al presidente de Argentina y al rey de España . El Papa Francisco había expresado su deseo de ser enterrado en la Basílica de Santa María la Mayor, en lugar de la tradicional cripta papal, y solicitó un ataúd sencillo de ciprés, suprimiendo los otros dos ataúdes de plomo y roble .
Mientras tanto, el Colegio Cardenalicio se ha reunido para planificar el cónclave que elegirá al sucesor de Francisco. Se espera que la Capilla Sixtina cierre sus puertas a partir del lunes para prepararse para este proceso, que podría comenzar en las próximas semanas.
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En América Latina, la noticia ha generado una profunda conmoción. En Argentina, su país natal, se han realizado misas y vigilias en su honor. En México, la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México realizó el “toque de difunto” como parte de los actos fúnebres. Sin embargo, no todos los líderes latinoamericanos podrán asistir al funeral; el Congreso de Perú negó el permiso a la presidenta Dina Boluarte para viajar al Vaticano
El legado del Papa Francisco, marcado por su enfoque en la humildad, la justicia social y el diálogo interreligioso, ha dejado una huella indeleble en la Iglesia Católica y en el mundo. Su fallecimiento marca el fin de una era y el inicio de una nueva etapa para el Vaticano y sus fieles.
