Estados Unidos no ve necesario que las personas vacunadas regresen al uso de mascarillas ante el aumento de números de casos de COVID-19 relacionados con la variante Delta, contradiciendo la posición de expertos, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de las autoridades locales de Los Ángeles.
Así lo aseguró este miércoles la directora de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, en sus siglas en inglés), Rochelle Walensky. ”Si está vacunado, está a salvo de las variantes que circulan aquí en Estados Unidos”, dijo Walensky en una entrevista a la cadena de televisión estadounidense NBC.
La cuestión del uso de mascarillas ha vuelto al centro del debate en EEUU después de que los funcionarios de salud del condado de Los Ángeles y la OMS recomendaran que incluso las personas completamente vacunadas deben seguir usándolas en interiores como medida de precaución debido al incremento de la variante Delta.
De acuerdo a las proyecciones actualizadas de los CDC, la variante delta representó el 26,1% de las infecciones por COVID-19 en Estados Unidos durante el periodo de dos semanas que finalizó el 19 de junio.
Sin embargo, Walensky aseguró que la guía de los CDC no ha cambiado y que las personas “completamente vacunadas” no necesitan usar mascarillas ya que las inoculaciones son “altamente efectivas” contra la variante Delta.
Además, explicó que la OMS está lidiando con una situación mundial en la que se ha inmunizado a muchas menos personas que en EEUU, por lo que está emitiendo consejos “más cautelosos”.
Respecto a la situación en Los Ángeles, Walensky señaló que son los legisladores locales “los que deben elaborar políticas para su entorno local”.
En Estados Unidos, los datos mostraron que, tras un rápido descenso durante dos meses, la tasa de infecciones se ha estabilizado desde mediados de junio debido a picos localizados en regiones del país insuficientemente vacunadas.
La variante Delta del coronavirus, detectada por primera vez en la India, se ha extendido por diferentes países y, con ella, la preocupación por la difusión de la pandemia dada su elevada capacidad de transmisión. Frente a este riesgo existe la confianza en la creciente vacunación de las poblaciones, aunque el ritmo varía según los países.
En algunas naciones occidentales que fueron epicentros de la pandemia la situación ha mejorado mucho gracias a rápidas campañas de vacunación. Es el caso de Italia, zona libre de mascarillas y de “bajo riesgo” desde el lunes, lo que supone un cambio drástico respecto a principios del año pasado, cuando era un símbolo mundial de la crisis del coronavirus.
Sin embargo, el ministro de Sanidad, Roberto Speranza, instó a los italianos a permanecer vigilantes. “La batalla aún no está ganada”, dijo.
En efecto, la cepa ya se encuentra en 85 países y es la más contagiosa de todas las variantes del coronavirus identificadas hasta ahora. Un alto funcionario de la Comisión Europea expresó el lunes sus “dudas” sobre la posibilidad de que Reino Unido, afectado por el virus, acoja las semifinales y la final de la Eurocopa en Wembley, e instó a la UEFA a “analizar” la elección de la sede.
Es que Reino Unido está luchando contra un fuerte aumento de la variante Delta que está causando una tasa de infección cuatro veces superior a la de la Unión Europea. Pero el gobierno ha rechazado cualquier sugerencia de que los partidos de la final se jueguen en otro lugar.
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