La Autoridad del Canal de Suez (SCA, egipcia), con la ayuda de dos importantes empresas especializadas en el rescate de barcos, intentan sin descanso desencallar al Ever Given, el buque de 400 metros de largo y más de 220.000 toneladas, que se clavó en la orilla del canal egipcio el martes a la mañana. El desafío es dragar entre 15.000 y 20.000 metros cúbicos de arena para permitirle flotar y recuperar su curso.
El presidente de la SCA, Osama Rabie, dijo que se debe alcanzar una profundidad de entre 12 y 16 metros, que permita el flotado del buque, según un comunicado publicado por el organismo a través de su página web. Los trabajos en la zona continúan en cooperación con la compañía holandesa Smit Salvage y la japonesa Nippon Salvage.
Rabie ha hecho hincapié en que los trabajos “se llevan a cabo según los mayores estándares de seguridad marítima” y “teniendo en cuenta diversos factores, entre ellos la naturaleza del terreno, la presencia de arcilla y la distancia de seguridad entre el carguero y la draga”.
La monumental labor podría demorar días, e incluso semanas, pero debe realizarse con extrema precaución. El perito naval Fernando Morales explicó a Infobae que la embarcación enfrenta un grave riesgo: quebrarse.
La Organización Marítima Internacional (OMI), que es la autoridad máxima de las Naciones Unidas para la regulación del transporte marítimo, declaró que la carga del Ever Given se encuentra en “Peligro A (mayor)”. Así consta en el sitio especializado Marine Traffic, que hace un seguimiento en tiempo real de todos los movimientos navales del mundo.
El problema es que la proa, que es la parte delantera del barco, es la que está encallada, pero la popa está a flote. Como la mayor parte del peso está en la popa, la amenaza es que el barco se empiece a doblar, hasta quebrarse. Las empresas que trabajan en el dragado deben tener cuidado al remover la arena del fondo, para evitar que sea demasiado grande la presión sobre la popa.
Por otro lado, también es un riesgo que el buque pase demasiado tiempo encallado, ya que el fondo del barco no es plano, sino que tiene quilla. Está construido para soportar las 220.000 toneladas a flote, pero no apoyado sobre la tierra.
Según explicó Morales, lo que tienen que hacer los expertos que trabajan en el rescate es dragar lo suficiente el fondo para que se forme una cama de agua debajo del Ever Given, que le permita flotar y destrabarse. Porque las consecuencias de que se parta serían catastróficas. No sólo por el impacto económico de perder la carga de cerca de 20.000 contenedores, sino porque podría desprender combustible y causar un desastre ambiental.
Al menos ocho embarcaciones y cuatro excavadoras están participando en los esfuerzos para la retirada de la arena en la zona para intentar desencallar al buque. Una de las alternativas para disminuir el riesgo de que se parta es descargar los contenedores para reducir el peso, pero esto llevaría varios días.
El incidente, ocurrido el martes, ha provocado importantes atascos, con decenas de navíos bloqueados en las dos extremidades y en la zona de espera situada en mitad del canal. También ha causado grandes retrasos en las entregas de petróleo y otros productos comerciales.
“Evergreen Line continuará coordinando con el propietario del buque y la Autoridad del Canal de Suez para abordar la situación con la mayor urgencia, asegurando la reanudación del viaje lo antes posible y mitigando los efectos del incidente”, dijo Evergreen Marine Corp, firma que alquiló el portacontenedores Ever Given.
La empresa japonesa dueña del buque ha presentado disculpas por escrito. “Estamos resueltos a seguir esforzándonos para resolver esta situación lo antes posible”, dijo Shoei Kisen Kaisha Ltd. “Ofrecemos disculpas a todas las partes afectadas por el incidente, incluidos los buques que navegan o planean navegar por el Canal de Suez”.
INFOBAE