La Paz, 16 abril (Radio Splendid).- Un grupo reducido mantiene la vigilia en la residencia de la embajada de México en la zona Sur de La Paz para evitar la salida del exministro de la Presidencia Juan Ramón Quintana y otros asilados tras la renuncia de Evo Morales. Los activistas aseguran que respetan las restricciones de la cuarentena.
“En las mañanas estamos normal y luego nos entramos a las carpas a descansar. Los policías no nos permiten caminar porque también debemos respetar la cuarentena pero continuamos la vigilia desde las carpas”, declaró uno de los activistas.
La vigilia comenzó a fines de noviembre cuando se confirmó el asilo de las exautoridades y se reforzó el 27 de diciembre después de que la entonces encargada de negocios de la Embajada de España, Cristina Borreguero, llegara a la residencia mexicana acompañada de sujetos encapuchados en vehículos con matrículas de la embajada del país europeo. El hecho causó un conflicto diplomático.
“Nos quedaremos. A Quintana no lo vamos a dejar salir. Nosotros no podemos detenerlos, pero sí podemos hacer algo para que no escapen”, afirmó el activista y dijo que en el lugar también se encuentran policías y personal de inteligencia. “Ellos están en dos autos y hacen turnos”, relató otro joven quien prefirió no dar su nombre.
De acuerdo a las medidas de prevención dictadas por el Gobierno, los ciudadanos no pueden salir de sus domicilios salvo por razones de salud, seguridad o para abastecerse de alimentos en días y horarios específicos. Estas son acatadas por el grupo que mantiene la vigilia.
Los primeros días había 70 personas que hacían turnos, ahora se mantienen siete en dos carpas. “Nos quedamos las 24 horas, nos levantamos, desayunamos, preparamos almuerzo y cena. No salimos a ningún lado”. Estos activistas, que revisan los vehículos que entran y salen de la Rinconada, afirmaron que en esta cuarentena sólo salen para comprar víveres.
Sin embargo, comenzaron a sentir carencias. “Tenemos fideo y arroz, lo que necesitamos es carne y alimentos frescos. Ahora estamos viviendo con huevo y gracias a Dios un señor hace campaña en Los Pinos para recolectar más comida. Los compañeros también nos dan aportes económicos pero ya no hay gente que traiga víveres”.