Miami, 6 dic (Exitoina).- Brad Pitt fue entrevistado por su colega Anthony Hopkins, con quien compartió pantalla en “Leyendas de pasión” (1994) y “¿Conoces a Joe Back?” (1998), para la revista Interview. Allí, el actor se refirió a sus problemas con el alcohol e hizo un repaso de su
«Me estoy dando cuenta, como un verdadero acto de perdón para mí mismo, por todas las elecciones que he hecho y de las que no estoy orgulloso, que valoro esos pasos en falso que he dado porque me proporcionaron algo de sabiduría, lo que me llevó a algo más», dijo el exesposo de Angelina Jolie.
En ese momento, Hopkins mencionó sus problemas con el alcohol y Pitt respondió: “Bueno, solo lo vi como un mal servicio para mí mismo, como una manera de escapar”. Consultado por quien diera vida a Hannibal Lecter sobre si lo creía necesario, el protagonista de «Ad Astra» contestó: “Hasta cierto punto, sí”.
«Solo vi al alcoholismo como un mal servicio para mí mismo, como una manera de escapar»
«Creo que estamos viviendo en un momento en el que somos extremadamente críticos y rápidos en tratar a las personas como desechables. Siempre hemos dado gran importancia al error. Nuestras debilidades, nuestra vergüenza. Pero el siguiente movimiento, lo que haces después del error, es lo que realmente define a una persona. Todos vamos a cometer errores. Pero, ¿cuál es el siguiente paso? Como cultura, no parecemos quedarnos para ver cuál es el próximo paso de esa persona. Y esa es la parte que encuentro tanto más estimulante e interesante», puntualizó Brad.
«Lo que haces después del error, es lo que realmente define a una persona»
«No había llorado en 20 años, y ahora me encuentro, en esta última etapa, mucho más conmovido, conmovido por mis hijos, conmovido por amigos, conmovido por las noticias», dijo. Sin embargo, aclaró que para él «es una buena señal».
En septiembre de este año, Pitt reveló a The New York Times que “había llevado las cosas tan lejos como pude, así que eliminé mis privilegios de beber». Asimismo, habló de su paso por Alcohólicos Anónimos, donde acudió por un año y medio. «Tenía a todos estos hombres sentados abiertos y honestos de una manera que nunca había escuchado. Era un espacio seguro donde había poco juicio y, por lo tanto, poco juicio de ti mismo», comentó.