Un multimillonario temerario volvió a la órbita el martes, con el objetivo de realizar la primera caminata espacial privada y aventurarse más lejos que nadie desde el Apolo de la NASA. A diferencia de su anterior vuelo fletado, el empresario tecnológico Jared Isaacman compartió el coste con SpaceX en esta ocasión, lo que incluyó el desarrollo y prueba de nuevos trajes espaciales para ver cómo resisten en el duro vacío.
Si todo va según lo previsto, será la primera vez que ciudadanos privados realicen un paseo espacial, pero no se aventurarán fuera de la cápsula. Consideradas como una de las partes más arriesgadas de los vuelos espaciales, las caminatas espaciales han sido el dominio exclusivo de los astronautas profesionales desde que la antigua Unión Soviética abrió la escotilla en 1965, seguida de cerca por los EE.UU. Hoy en día, se realizan de forma rutinaria en la Estación Espacial Internacional.
LEA TAMBIÉN: La Unión Europea indica que Apple deberá pagar más de 14 mil millones de dólares a impuestos
Isaacman, junto con un par de ingenieros de SpaceX y un antiguo piloto de los Thunderbirds de la Fuerza Aérea, despegaron antes del amanecer a bordo de un cohete Falcon 9 de SpaceX desde Florida. El paseo espacial está previsto para finales del miércoles o el jueves, a mitad del vuelo de cinco días.
El plan es pasar 10 horas a esa altura -llenas de radiación extrema y plagadas de escombros- antes de reducir la órbita ovalada a la mitad. Incluso a esta altura inferior de 700 kilómetros (435 millas), la órbita eclipsaría a la estación espacial e incluso al telescopio espacial Hubble, la mayor altura a la que volaron los astronautas del transbordador.
Los cuatro llevaban trajes de caminata espacial de SpaceX porque toda la cápsula Dragon será despresurizada para la caminata espacial de dos horas, exponiendo a todos al peligroso ambiente.

