La boyband NSYNC consiguió lo que muchos creían imposible: volver a las listas de éxitos décadas después de su debut. “Bye Bye Bye” regresó a los primeros puestos gracias a su inclusión en la película Deadpool & Wolverine, protagonizada por Ryan Reynolds y Hugh Jackman. El tema, que originalmente dominó las listas en el año 2000, escaló nuevamente hasta el número 8 en el ranking de Billboard Global Excl. U.S. chart en la semana del 2 al 8 de agosto, según informó la propia revista Billboard.
La película fue un éxito monumental en taquilla, superando los mil millones de dólares en ingresos globales en apenas tres semanas. PEOPLE informó que recaudó USD 494,3 millones solo en los Estados Unidos, manteniéndose en la cima de la taquilla durante tres fines de semana consecutivos. Este fenómeno impulsó la popularidad del tema y la de otros clásicos como “Like A Prayer” de Madonna y “Iris” de Goo Goo Dolls.
El resurgir del éxito de NSYNC no está apareciendo únicamente en los rankings globales. Según Forbes, las ventas de la canción en Estados Unidos experimentaron un aumento impresionante del 837%, pasando de unas 200 copias a más de 2.200. Este incremento está directamente relacionado con su aparición en la película, reviviendo el interés tanto de antiguos fanáticos como de nuevas generaciones.
La secuencia inicial de la película, que presenta la canción, fue uno de los momentos más comentados. Según With Ashley and Company, Ryan Reynolds mencionó que el coreógrafo Nick Pauley se vistió con el traje de Deadpool para ejecutar los movimientos inspirados en la banda. Reynolds añadió: “Si parece que la persona que baila no tiene artritis, ese es él”. La escena también incluye momentos donde Reynolds mismo aparece en el traje, revelando: “Me colgaré del talento de Nick Pauley. Me colgaré de su talento allí y le agradeceré su contribución y sus servicios”.
El interés renovado en el single y otros éxitos retro resurge en el contexto de una industria musical que valora tanto la nostalgia como lo nuevo. Billboard subraya que el éxito del sencillo fue gracias a un aumento del 50% en streams, alcanzando 42,4 millones fuera de Estados Unidos y ventas superiores a 3.000 copias. La canción también mejoró su posición en el Billboard Hot 100, ocupando el puesto número 45.