El pasado domingo, Los Simpson sorprendieron a su audiencia con un episodio especial de la temporada 36 que parecía ser el cierre definitivo de la serie. Este episodio, titulado El cumpleaños de Bart, fue anunciado como el “final de la serie” y presentado al estilo de una gala televisiva, con Conan O’Brien como anfitrión. La noticia tomó desprevenidos a los espectadores, quienes inicialmente creyeron que estaban viendo el último capítulo de la producción animada más longeva de la historia de la televisión. Sin embargo, lo que parecía ser el final de Los Simpson era, en realidad, una parodia cuidadosamente planeada.
Desde el comienzo del episodio, la atmósfera de despedida se estableció con la aparición animada de Conan O’Brien, quien en la vida real fue uno de los escritores de la serie en sus primeras temporadas. En el episodio, O’Brien comienza su monólogo anunciando que es “un honor” estar presente para el final de Los Simpson.
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Acto seguido, explica que Fox, la cadena que emite la serie, decidió ponerle fin. La solemnidad de sus palabras se rompió con una dosis de humor: O’Brien, fiel a su estilo, bromeó con el hecho de que había presentado el último episodio de tres de sus propios programas, un guiño a su larga carrera en televisión. Además, sumó una anécdota personal, mencionando que dejó un suéter en la sala de guionistas en 1993 y esta “despedida” fue la única manera de recuperarlo.
La premisa del episodio juega con los elementos clásicos de un final de serie: el Sr. Burns muere, la taberna de Moe cierra para siempre, y el director Skinner se retira de la escuela primaria de Springfield. Sin embargo, más tarde revela que todos estos momentos fueron escritos de forma intencionada por IA (Inteligencia Artificial), emulando los clichés típicos de un cierre dramático.
La resolución del episodio, con Bart negándose a cumplir 11 años para mantenerse como el eterno niño de 10 años que ha sido durante más de tres décadas, refleja el espíritu irreverente y rebelde de la serie.
Además, cuestiona la necesidad de un final, destacando la capacidad de la serie para continuar indefinidamente sin necesidad de atarse a un “final feliz” o un “punto y aparte”. La voz de Conan O’Brien, al cerrar el episodio, admite que se trata de una “estrategia de reinicio” y que en realidad es solo el comienzo de la nueva temporada.