Un comerciante se defendió de un asalto y mató a uno de los ladrones que había ingresado a mano armada en una distribuidora de lácteos en la ciudad de La Plata en Argentina.
Los ladrones habían ingresado en el local y amenazado a los trabajadores, con la intención de apropiarse de las pertenencias de los empleados y la recaudación del local. En ese momento, el comerciante efectuó varios disparos y, al menos, uno de esos balazos impactó en el joven ladrón.
Trascendió de fuentes policiales que el delincuente abatido es un menor, estimándose en un primer momento que se trata de un adolescente de 17 años, pero cuya identidad y edad será confirmada al analizarse las huellas dactilares tomadas al cuerpo, que cayó mortalmente herido en las inmediaciones del comercio, situado en 12 y 520.
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El fiscal Alvaro Garganta se hizo cargo de la investigación y decidió dejar en libertad al comerciante, ya que consideró que la muerte del ladrón se enmarca en un episodio de legítima defensa.
Y agregó que las declaraciones de testigos confirmaron que el menor abatido portaba un arma. Esa pistola fue encontrada cerca del cuerpo y, según aclaró el fiscal Garganta, “la munición no salió”. El peritaje inicial realizado por la Policía Científica bonaerense en el lugar del hecho avalaría la presunción de que el caso podría ser calificado como homicidio en ejercicio de la legítima defensa.