Moscú cumplió la amenaza. Funcionarios de Polonia y Bulgaria confirmaron que Rusia decidió suspender el suministro de gas natural a los dos países europeos luego de que estos se negaran a pagar sus suministros en rublos rusos, una exigencia del presidente Vladimir Putin tras las sanciones de Occidente.
El mandatario ruso ya amenazó el mes pasado diciendo que los compradores extranjeros «poco amistosos», como llama a los países que impusieron sanciones tras la invasión en Ucrania, tendrían que pagar a la empresa estatal Gazprom en rublos en lugar de dólares y euros. Hasta ahora ningún país aceptó, excepto la Hungría de Viktor Orban, amigo personal de Putin.
De cumplirse la amenaza al resto de países que provee gas, Putin podría provocar una pesadilla económica para Europa, generando un aumento de los precios del gas y posibles racionamientos de energía. Países como Alemania son vulnerables por su gran dependencia del gas ruso, aunque la decisión crearía un nuevo golpe para la economía rusa, maltrecha por las sanciones del bloque occidental.
Polonia ha dicho que está preparada para este momento, diversificando sus proveedores y con suministros del 76%. Ese país es un aliado de Occidente en la guerra de Ucrania. Por allí transitan las armas que Estados Unidos y otras naciones occidentales proporcionan al país que gobierna Volodímir Zelenski.
Polonia recibe unos 9.000 millones de metros cúbicos de gas ruso al año, lo que ayuda a cubrir aproximadamente el 45% de las necesidades del país.
Bulgaria busca diversificar sus importaciones de gas
Por su parte, Bulgaria, antiguo aliado de Moscú, cortó sus antiguos lazos con Rusia después de que asumiera el Gobierno un liberal y tras la invasión rusa en Ucrania. Aunque el país se ha limitado a brindar ayuda humanitaria y apoyar las sanciones, el primer ministro Kiril Petkov y los miembros de su Administración en coalición se dirigen a Kiev este miércoles para mantener conversaciones con funcionarios ucranianos sobre la posibilidad de prestar más ayuda al país.
Bulgaria dijo que pagar en rublos representa riesgos para su país y que estaba trabajando con las empresas estatales de gas para atraer nuevos proveedores que sustituyeran los suministros que recibe de Rusia. Por ahora no contemplan recortes o restricciones al consumo de gas.
Europa es una gran importadora de gas natural ruso, para calentar los hogares, generar electricidad y alimentar la industria. Las importaciones continúan pese a la guerra en Ucrania. Un 60% de las importaciones se pagan en euros, y el resto en dólares.
Estados Unidos apunta a pedir apoyo a Asia
Jen Psaki, secretaria de prensa de la Casa Blanca, dijo que Estados Unidos ya tenía contemplada esta medida por parte de Rusia «en previsión de la posibilidad de que esto ocurriera o de una disminución» del gas «que están proporcionando».
«Parte de eso ha sido pedir a algunos países de Asia que tienen exceso de suministro que lo proporcionen a Europa. Lo hemos hecho en algunos casos, y ha sido un esfuerzo continuo», agregó Psaki.
La Unión Europea ha prometido no cumplir con la exigencia de rublos, argumentando que viola los términos de los contratos y sus sanciones contra Rusia.
Con información de AP