A pesar del miedo y la desesperación que despertó en muchas mujeres la llegada al poder del Talibán en Afganistán, hay algunas que decidieron plantarle y salir a las calles a protestar.
Así sucedió este jueves en Herat, ciudad cercana a la frontera con Irán y con una fuerte influencia persa.
«Es nuestro derecho tener educación, trabajo y seguridad», coreó agitando pancartas un grupo de alrededor de 50 manifestantes.
«No tenemos miedo, estamos unidas», decían, en una protesta inédita e impensada durante el primer período de los talibanes en el poder, hace más de 20 años, cuando se implementaron medidas como decapitaciones, lapidaciones, la imposición de llevar burka y la prohibición de trabajar.
Después de que el Talibán fuera derrocado en 2001, las mujeres afganas lograron avances significativos: ocuparon altos cargos en la administración como ministras, alcaldesas, juezas y oficiales de policía.
Y ahora se vuelven a enfrentar a un futuro incierto.
Ante ello, algunas no están dispuestas a callar, incluso si eso significa ceder en ciertas cosas para obtener otras.
«Estamos listas para usar burkas si nos lo dicen, pero queremos que las mujeres vayan a la escuela y al trabajo», dijo una de las manifestantes en la ciudad de Herat a la agencia de noticias AFP.
Ad portas de que los talibanes formen su gobierno, una de las preguntas que surge es cuánta representación tendrán las mujeres en él.
«La mujer debe tener lugar en los ámbitos políticos, sociales y públicos. Hemos luchado por estos derechos durante años», dijo una de las líderes de la manifestación, frente a la oficina del gobernador de Herat.
«Nuestra participación es esencial y no aceptaremos lo contrario», agregó.
Sin embargo, en entrevista con BBC, un alto funcionario de los talibanes en Qatar, Sher Mohammad Abbas Stanikzai, dijo que «puede que no» estén presentes en los puestos más altos o en el gabinete.
Aún así, el líder talibán aseveró que las mujeres afganas sí podrán continuar con sus trabajos.
Pero para muchas esta promesa —sumada a otras como que tendrán derechos «en el marco de la ley islámica»— es poco creíble.
¿Qué cambió para que mujeres salgan a las calles?
En 1999, no había una sola niña inscrita en escuela secundaria y sólo había 9.000 en primaria.
Para 2003, 2,4 millones de niñas iban a la escuela. La cifra ahora está alrededor de 3,5 millones, y aproximadamente un tercio de estudiantes en universidades públicas y privadas son mujeres.
Esto explicaría en parte el hecho de que varias mujeres hayan salido a las calles a protestar.
La de Herat no es la única manifestación (aunque sí una de las más masivas y llamativas) que se ha llevado a cabo desde la llegada de los talibanes al poder.
Este viernes una docena de mujeres protestó en el centro de Kabul, con pancartas en las que pedían «igualdad con los hombres».
En una entrevista con la BBC, la exministra Nehan Nargis indicó que hoy las mujeres son «mucho más conscientes» y que, en eso, las redes sociales las han ayudado (y seguirán ayudando) a alzar su voz.