Buenos Aires, 11 feb (Teleshow).-Patricia Sarán pensó que era parte del show pero el hombre había caído seco al piso. El padre del bailaor Farruquito se había desarmado como una marioneta de plomo. De esta, como de muchas anécdotas que contará a lo largo de una tarde, no recordará el año.
Los diarios de la época -2001- cuentan que el cantaor Juan Fernández Flores sufrió un infarto mientras actuaba en el Museo Fernández Blanco. Ahí estaba Sarán. «No nos dejaban salir. Éramos como doscientas personas. Yo sentía que me ahogaba y las minas que cantaban lloraban diez veces más. No sabías si cantaban o lloraban. Desde muy chica tengo muchas muertes cerca, pero la gente que está al lado mío no cae en agonías».
Nacida en La Pampa, se puede precisar cómo: de casualidad. Sus padres habían ido de visita a sus campos de Monte Nievas, una localidad de 470 habitantes, a 45 kilómetros de General Pico. La mamá o tenía mal la fecha probable de parto o se adelantó. Lo que no se puede saber es cuándo: no dirá. Wikipedia dice 1961; ella dice que está mal.
Hija de un estanciero y una madre que fue «profesora de yoga toda la vida», es la mayor de dos hermanos. Los Sarán vivieron en Caballito, Recoleta y veraneaban en su casa de Punta del Este.
Luego de la sesión de fotos, y luego del ensayo –compone y canta en fiestas privadas– se sienta a una mesa de un restaurant de sushi cercano a su casa, sobre avenida del Libertador, en Martínez, come unas piezas y sorbe de su copa de vino blanco.
Mientras estuvo casada varios años con un psiquiatra hizo tele y fue la chica de la saga Bañeros, en cine. Sobre el romance que tuvo con Luis Miguel, del que hace unos días dijo que «es la persona más triste que conocí en mi vida», no quiere hablar.