En las profundidades del océano Pacífico, a unos 1.080 metros bajo la superficie, se hallaba un barco envuelto en misterio durante casi ocho décadas. Conocido como el “Barco fantasma del Pacífico”, el USS Stewart fue finalmente redescubierto por un trío de robots submarinos autónomos de Ocean Infinity.
Estos drones de 6 metros de largo, diseñados para la exploración marina, localizaron la histórica nave durante una misión de mapeo en el santuario marino Cordell Bank, un área protegida de 3.331 kilómetros cuadrados frente a la costa de California. Lo sorprendente fue la rapidez del hallazgo: mientras escaneaban el lecho oceánico, los drones encontraron el USS Stewart en cuestión de horas, después de permanecer desaparecido durante 78 años.
La misión de búsqueda fue parte de un proyecto más amplio de Ocean Infinity para probar la capacidad de sus robots submarinos en operaciones simultáneas y autónomas. Sin embargo, el redescubrimiento del USS Stewart no estaba en sus planes originales. La idea surgió a raíz de una sugerencia de Russ Matthews, presidente de la fundación sin fines de lucro Air/Sea Heritage Foundation, quien propuso que los drones se usaran para buscar el barco después de localizar las coordenadas del remolcador que lo hundió.
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El USS Stewart tuvo una segunda vida activa bajo la bandera japonesa hasta el final de la guerra. En 1945, tras la rendición de Japón, la Marina de Estados Unidos recuperó el barco con la intención de devolverlo a su puerto de origen. Sin embargo, durante el viaje de regreso, el barco sufrió problemas mecánicos, obligando a la flota a remolcarlo hasta Guam y posteriormente hasta la costa de Estados Unidos.
Después de la guerra, y ya de regreso en aguas estadounidenses, el USS Stewart fue finalmente hundido el 24 de mayo de 1946 como parte de ejercicios de tiro naval. Aunque parezca el cierre de su historia, el barco mantuvo su mística. Su entierro en el mar fue dramático, ya que se necesitaron aproximadamente dos horas de fuego para hundirlo definitivamente, y en los años que siguieron, la ubicación exacta de sus restos se perdió, convirtiéndolo en un misterio durante décadas.
A lo largo de las décadas siguientes, hubo múltiples intentos por localizar los restos del USS Stewart, un desafío complicado por la vasta extensión del lecho marino y las profundas aguas en las que se había hundido. Estas dificultades lo convirtieron en uno de los naufragios más buscados, tanto por su relevancia histórica como por su misteriosa desaparición.