Actualmente hay 8 astronautas viviendo en la Estación Espacial Internacional (EEI), el laboratorio orbital ubicado a 400 kilómetros de la Tierra. Pero deberían ser 6. Suni Williams y Butch Wilmore despegaron el 5 de junio en el primer vuelo tripulado de la nueva cápsula Starliner de Boeing, la competencia de SpaceX para subir astronautas al complejo orbital. Se esperaba que esa misión, conocida como Prueba de Vuelo con Tripulación (CFT), durara solo unos 10 días, pero se ha extendido varias veces hasta el día de hoy, mientras la NASA y Boeing investigan fugas de helio y problemas con los propulsores que han surgido en Starliner.
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El 6 de junio, durante el atraque, ocurrió lo inesperado: una pequeña fuga de helio y cinco propulsores defectuosos afectaron la aproximación final de la Starliner a la ISS. La NASA desestimó el primer intento de atraque para asegurarse de que la Starliner estuviera lista para partir, pero autorizó el segundo intento, que llevó a la nave espacial a atracar en el complejo orbital.
Pruebas adicionales y la revisión del suministro de helio y de cinco propulsores (de los 28 que hay en el sistema de control de reacción) revelaron que la fuga se había estabilizado y que la mayoría se estaban recuperando. Sin embargo, la NASA y Boeing decidieron no utilizar al menos uno de esos propulsores durante el aterrizaje debido a problemas de rendimiento.
Stich comparó el vuelo Starliner de Boeing con la primera misión del transbordador espacial de la agencia, STS-1, que lanzó a los astronautas John Young y Bob Crippen a la órbita en 1981.

