En Chile, las salas de clases están a punto de vivir un cambio que busca devolverles su esencia: el aprendizaje sin distracciones. A partir del año escolar 2026, el país implementará una nueva norma que restringe el uso de teléfonos móviles en todos los establecimientos educativos, tanto públicos como privados.
La medida nace del creciente consenso entre docentes y especialistas de que el celular, aunque útil en ciertos contextos, puede convertirse en un imán de distracción que erosiona la atención, la convivencia y el rendimiento académico.
LEA TAMBIÉN: El Alto: Hallan el cuerpo sin vida de una mujer cerca a Ventilla
La política es clara pero flexible: los estudiantes podrán llevar sus dispositivos, pero no utilizarlos durante las clases, salvo en situaciones excepcionales como emergencias, necesidades de salud o actividades pedagógicas autorizadas. Esta mirada equilibrada reconoce que la educación moderna no puede negar la tecnología, pero sí puede ordenarla para que funcione a favor del aprendizaje y no en su contra.
El amplio respaldo del Congreso refleja una preocupación compartida: recuperar espacios de concentración, fomentar interacciones genuinas y facilitar que los estudiantes vuelvan a mirar al profesor, a sus compañeros y al contenido con mayor presencia y curiosidad.
LEA TAMBIÉN: Santa Cruz: Hombre acusado de agredir a sus sobrinas es capturado, tras estar cuatro meses prófugo
Con esta nueva ley, Chile se une a la tendencia global que busca un uso más consciente de la tecnología en la escuela, recordándonos que, a veces, la mejor conexión es la que ocurre dentro del aula, sin pantallas de por medio.
LEA TAMBIÉN: Selección de vocales: Lara pide a entidades trabajar el fin de semana para atender trámites de postulantes
Fuente: BioBio Chile

