La expresidenta de Argentina Cristina Fernández Kirchner comenzó este martes a cumplir una pena de seis años de prisión e inhabilitación política perpetua por corrupción, tras ser notificada por la justicia que podrá cumplir su sentencia en su domicilio en la ciudad de Buenos Aires.
El juez Jorge Gorini, quien presidió el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 2 que condenó a Kirchner en primera instancia en 2022, notificó a la exmandataria su arresto a través de una comunicación por Zoom.
De esta forma, se evitó que Kirchner, quien gobernó Argentina entre 2007 y 2015 y fue vicepresidenta entre 2019 y 2023, se presentara ante los tribunales el miércoles, tal como había anunciado la propia jefa del peronismo luego de que la Corte Suprema de Justicia ratificara su condena la semana pasada.
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La movilización, que se sigue convocando para este miércoles bajo el lema «Argentina con Cristina», denuncia que Kirchner fue «proscrita», ya que no podrá presentarse de ahora en adelante a elecciones ni ocupar cargos públicos por el resto de su vida.
Kirchner tendrá que usar una tobillera electrónica durante la prisión domiciliaria, días antes de que se conociera el fallo de la Corte Suprema, la expresidenta había anunciado en una entrevista su intención de postulares para un cargo en los comicios legislativos de este año, cuyas candidaturas se presentan en julio.
Tras la ratificación de su condena, el pasado 10 de junio, la defensa de Kirchner presentó un escrito ante la Corte Penal Internacional en La Haya para denunciar su proscripción, y anunció que también planea acudir a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
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Cristina Kirchner cumplirá la condena en su departamento de Constitución. Afuera, cientos de simpatizantes se reúnen para apoyarla.
La expresidenta fue condenada por el delito de administración fraudulenta en perjuicio del Estado por la llamada «causa Vialidad», en la que se la acusó de haber direccionado obras públicas en la provincia patagónica de Santa Cruz, el bastión de los Kirchner.
