El futbolista boliviano Miguel Terceros, conocido como Miguelito, enfrenta una batalla legal luego de ser acusado de racismo en Brasil. En un giro inesperado, su equipo de defensa ha anunciado que iniciará acciones legales por difamación, argumentando que las acusaciones en su contra carecen de fundamentos sólidos.
El caso tomó relevancia cuando el jugador fue detenido en Brasil tras ser señalado por presuntos comentarios discriminatorios durante un partido de la Segunda División. Sin embargo, tras una revisión del caso, el juez ordenó su liberación, permitiéndole defenderse en libertad. La situación ha generado un intenso debate sobre la dureza de las leyes brasileñas y la rapidez con la que se aplican medidas sin pruebas contundentes.
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El director del Proyecto Bolivia 2022, Jordi Mola, expresó su apoyo incondicional a Miguelito, asegurando que el jugador ha sido víctima de una acusación infundada. «Miguel es un chico entrañable, carismático e integrador. Nunca ha mostrado actitudes racistas, y ahora enfrenta un proceso que afecta su imagen y carrera», declaró Mola en una entrevista exclusiva.
La Federación Boliviana de Fútbol (FBF) también ha salido en defensa del mediocampista, emitiendo un comunicado en el que reafirma su confianza en el debido proceso y la presunción de inocencia. Además, el presidente de la FBF, Fernando Costa, ha coordinado acciones legales y contacto con el Consulado Boliviano en Brasil para garantizar el respaldo institucional al jugador.
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Mientras tanto, la agencia legal de Miguelito ha confirmado que, una vez concluido el proceso en Brasil, se tomarán medidas contra quienes presentaron la denuncia. «Le están haciendo mucho daño al jugador y a su imagen, y no podemos permitir que esto quede impune», afirmó Mola. La defensa del futbolista busca no solo limpiar su nombre, sino también sentar un precedente sobre la importancia de pruebas concretas en casos de discriminación.
El caso de Miguelito ha puesto en el centro del debate la necesidad de una mayor regulación en el fútbol internacional para evitar acusaciones sin sustento. Mientras el proceso sigue su curso, el jugador boliviano cuenta con el respaldo de su país y de la comunidad futbolística, que espera una resolución justa y transparente.