En la noche del sábado 26 de abril, Rusia ejecutó uno de los ataques aéreos más intensos de los últimos meses contra Ucrania, lanzando un total de 149 drones, entre ellos drones de ataque Shahed y réplicas sin carga explosiva diseñadas para confundir las defensas ucranianas. Las fuerzas de defensa aérea de Ucrania lograron derribar 57 de estos drones, mientras que otros 67 desaparecieron de los radares sin causar daños significativos.
El ataque, que comenzó alrededor de las 21:00 horas, se originó desde diversas regiones rusas, incluyendo Kursk, Briansk, Oriol y Primorsko-Ajtarsk. Las regiones ucranianas de Zhitomir, Dnipropetrovsk, Odesa, Donetsk, Sumi y Cherkasi fueron las más afectadas por esta ofensiva. Las fuerzas ucranianas emplearon una combinación de aviación, unidades de misiles antiaéreos, medios de guerra electrónica y grupos de fuego móviles para repeler el ataque.
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Este incidente ocurre en un contexto de intensificación de los ataques aéreos rusos sobre Ucrania. Recientemente, las fuerzas rusas han incrementado el uso de drones y misiles en sus ofensivas, apuntando a infraestructuras críticas y zonas urbanas. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha instado a la comunidad internacional a reforzar las defensas aéreas de Ucrania para proteger a la población civil y las infraestructuras vitales.
Por su parte, el expresidente estadounidense Donald Trump ha expresado su escepticismo sobre la voluntad de paz del presidente ruso Vladímir Putin, especialmente tras los recientes ataques aéreos. Trump ha instado a Putin a cesar las hostilidades y ha sugerido la posibilidad de imponer nuevas sanciones si no se observan avances hacia una resolución pacífica del conflicto.
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La situación en Ucrania sigue siendo crítica, con continuos enfrentamientos y ataques que afectan tanto a las fuerzas militares como a la población civil. La comunidad internacional observa con preocupación la escalada del conflicto y la falta de avances significativos en las negociaciones de paz.
Mientras tanto, las fuerzas ucranianas continúan fortaleciendo sus capacidades defensivas y respondiendo a las ofensivas rusas, en un esfuerzo por proteger su soberanía y la seguridad de sus ciudadanos.