Marcus Jordan, hijo de la leyenda del baloncesto Michael Jordan, fue arrestado en la madrugada del martes en Florida tras ser detenido por la policía por conducir bajo los efectos del alcohol. Según el informe oficial, el joven de 33 años también portaba cocaína y se resistió al arresto, lo que ha provocado un nuevo escándalo en la familia del exjugador de los Chicago Bulls.
El incidente ocurrió en la zona de Fort Lauderdale, donde las autoridades interceptaron el vehículo de Marcus tras notar que conducía de manera errática. Al detenerlo, los agentes percibieron un fuerte olor a alcohol y le solicitaron una prueba de sobriedad, la cual, según los reportes, no pudo completar satisfactoriamente.
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Durante la revisión del automóvil, la policía encontró una pequeña cantidad de cocaína, lo que agravó su situación legal. Marcus, quien inicialmente se mostró colaborativo, terminó resistiéndose al arresto, por lo que también se le imputó el cargo de obstrucción a la justicia. Fue trasladado a una comisaría local, donde permaneció detenido varias horas antes de ser liberado tras pagar una fianza.
El hijo de Jordan, exjugador universitario de baloncesto en UCF (Universidad de Florida Central), ha estado en el ojo mediático en los últimos años, no solo por su apellido, sino también por su relación con Larsa Pippen, exesposa de Scottie Pippen, antiguo compañero de su padre en los Bulls. Esta relación generó controversia debido a la historia entre ambas familias y la diferencia de edad entre Marcus y Larsa.
Michael Jordan no ha emitido comentarios sobre la detención de su hijo, pero en el pasado ha dejado claro que mantiene cierta distancia con los escándalos de Marcus. A pesar de ello, el arresto podría afectar la imagen del exjugador, quien ha trabajado durante décadas en construir un imperio empresarial alejado de la polémica.
La detención de Marcus ocurre en un momento clave para la NBA, ya que la liga está en plena temporada y se acerca el esperado All-Star Game, evento en el que la figura de Michael Jordan siempre es recordada como uno de los más grandes íconos de la historia del baloncesto. Este escándalo podría desviar la atención de las festividades y centrar el debate en los problemas personales de la familia Jordan.