Autoridades surcoreanas revelaron hoy que los motores del avión de Jeju Air que se estrelló el 29 de diciembre de 2024 contenían restos de ADN de patos Baikal. Este hallazgo se produjo en un informe preliminar de la investigación sobre el accidente, que dejó un saldo de 179 muertos y solo dos sobrevivientes.
El avión, un Boeing 737-800, había partido de Bangkok y estaba aterrizando en el Aeropuerto Internacional de Muan cuando se estrelló tras un intento de aterrizaje de emergencia. La aeronave impactó una barrera de concreto en la pista, lo que provocó un incendio y una explosión parcial. Los investigadores encontraron restos de plumas y sangre de patos en ambos motores, lo que sugiere un posible choque con aves.
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El informe también señaló que los registradores de datos y voz del avión dejaron de funcionar cuatro minutos antes del impacto, dejando un vacío en la información crucial sobre los momentos finales del vuelo. Las autoridades están investigando si el choque con las aves pudo haber causado el fallo de los sistemas del avión.
El presidente de Jeju Air, aparentemente conmovido, se disculpó públicamente y prometió cooperar plenamente con las autoridades en la investigación. Además, se ha anunciado que las barreras de concreto en los aeropuertos serán reemplazadas por estructuras más seguras.
La comunidad internacional sigue de cerca el desarrollo de la investigación, mientras las familias de las víctimas buscan respuestas y justicia. El accidente es considerado el peor desastre aéreo en la historia de Corea del Sur, y ha generado un debate sobre la seguridad aérea y la necesidad de mejorar las medidas de prevención de choques con aves.

