El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha propuesto una medida económica que busca imponer nuevos aranceles a productos extranjeros, en un intento por reforzar la producción nacional y contrarrestar la dependencia de multinacionales. Según declaraciones recientes, esta estrategia sería parte central de su campaña de cara a las elecciones presidenciales de 2025.
Trump argumentó que el plan de tarifas universales beneficiará a los trabajadores estadounidenses y estimulará la fabricación local, aumentando el empleo en sectores clave como la manufactura y la tecnología. “Estados Unidos no puede depender de productos extranjeros. Es hora de que prioricemos a nuestras empresas y a nuestros trabajadores”, señaló en un mitin reciente.
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El plan incluiría aranceles de hasta un 10% sobre bienes importados, afectando a una amplia gama de productos, desde alimentos hasta componentes tecnológicos. Además, busca presionar a grandes empresas multinacionales para que trasladen sus operaciones de vuelta al territorio estadounidense, ofreciendo incentivos fiscales a aquellas que decidan hacerlo.
Sin embargo, la propuesta ha generado críticas tanto a nivel nacional como internacional. Expertos en economía advierten que la implementación de tarifas universales podría desencadenar represalias comerciales de otros países, afectando a las exportaciones estadounidenses y encareciendo productos para los consumidores. Algunos analistas han calificado la medida como “proteccionismo extremo”.
A nivel político, la estrategia de Trump también ha polarizado opiniones. Mientras sus partidarios celebran el enfoque como una solución para revitalizar la economía y reducir la dependencia de China, sus opositores lo consideran una táctica populista que podría dañar las relaciones comerciales con aliados clave y socavar el libre comercio.
El impacto de esta nueva propuesta aún está por determinarse, pero deja en claro que el expresidente busca posicionarse como un defensor del “Made in USA” en su campaña de regreso. Su enfoque se alinea con una retórica que apela directamente a los sectores industriales y rurales del país, una base fundamental de su electorado.

