La actriz Judy Greer reveló en una reciente entrevista que, al terminar el rodaje de la icónica comedia romántica “Si tuviera 30”, se llevó una taza de café del set como recuerdo. Este objeto, con el logo de la revista ficticia Poise, donde su personaje trabaja junto al de Jennifer Garner, es para Greer un valioso tesoro que hoy conserva en su casa. La actriz detalló cómo esta taza le recuerda constantemente la película y la importancia que esta tuvo en su carrera.
En la entrevista, Greer explicó que, aunque usó la taza por un tiempo, decidió dejar de hacerlo para evitar romperla accidentalmente. Hoy la mantiene en su estante como un símbolo de los momentos compartidos durante la filmación de esta película que marcó a una generación y que sigue siendo una favorita de los fans del género. La comedia estrenada en 2004 sigue resonando entre el público, y los actores continúan recordando con cariño su tiempo en el set.
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Además de esta revelación, Greer recordó cómo improvisó algunos de sus diálogos para hacer más cómico su papel, el cual le ganó gran popularidad. A 20 años del estreno de la película, Greer continúa activa en la industria, y se prepara para volver a compartir pantalla con Jennifer Garner en la serie de Apple TV+, The Last Thing He Told Me, demostrando la permanencia de su química en pantalla.
En paralelo, Greer también protagoniza una nueva comedia navideña, The Best Christmas Pageant Ever, un proyecto que aceptó por la ternura de su guion. La actriz confesó que, al leerlo, sintió una conexión especial con la historia, lo que reforzó su decisión de ser parte de este filme dirigido por Dallas Jenkins, que promete convertirse en un clásico navideño.
La reciente confesión de Greer se suma a una serie de curiosidades en torno a Si tuviera 30, como el hecho de que su coprotagonista, Mark Ruffalo, estuvo cerca de rechazar su rol porque el guion incluía una coreografía al ritmo de “Thriller” de Michael Jackson, lo cual representaba un reto para él. Afortunadamente, aceptó y trabajó duro para aprender la coreografía, brindando una de las escenas más memorables de la película.
Al recordar estos momentos, Judy Greer sigue conquistando a sus seguidores con su carisma y autenticidad, y esta anécdota es una muestra más de cómo el cine puede dejar recuerdos imborrables, no solo en el público, sino también en quienes lo hacen realidad.