El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, calificó la reciente victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos como un «nuevo comienzo» para ambos países.
Las relaciones diplomáticas entre Venezuela y Estados Unidos se encuentran rotas desde 2019, cuando Maduro suspendió los lazos durante el primer mandato de Trump. Sin embargo, Maduro expresó, mediante un programa estatal, que espera que esta reelección permita construir una relación «ganar-ganar» que favorezca tanto a Estados Unidos como a Venezuela.
Maduro afirmó que su Gobierno está dispuesto a establecer «relaciones de trabajo conjunto» con inversionistas estadounidenses. A pesar de las sanciones impuestas por EE.UU., que restringen la economía venezolana y su industria petrolera, Maduro destacó la reciente concesión de licencias para que empresas estadounidenses como Chevron operen en ese país.
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Asimismo, Maduro exhortó a Trump a aprovechar esta «oportunidad de oro» para terminar con las guerras y promover relaciones de respeto con América Latina.
En su discurso, Maduro subrayó que su Gobierno no intervendrá en «asuntos internos de Estados Unidos», argumentando que Venezuela defiende la «soberanía y el respeto a la identidad» de cada país.
Por otro lado, su opositora, la líder María Corina Machado, aliada del candidato opositor Edmundo González Urrutia, felicitó a Trump por su victoria y destacó que Venezuela vive «días decisivos». Machado instó a los Gobiernos democráticos de América a apoyar una transición a la democracia en Venezuela sin más dilaciones.
