Una empresa automotriz japonesa ha tomado la decisión de dejar de patrocinar desfiles y eventos LGBTQ, así como de reducir su participación en iniciativas de diversidad, equidad e inclusión (DEI). Según un memorándum interno de la compañía, la marca centrará sus esfuerzos en promover la educación en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM), buscando maximizar su impacto en estas áreas clave. Este cambio marca un giro significativo en la estrategia de responsabilidad social (RSE) de la empresa.
El término “wokismo” ha sido utilizado en las últimas décadas para describir movimientos en contra de injusticias sociales, y la empresa ha declarado su intención de alejarse de este activismo social. La compañía se unió a una tendencia creciente entre las empresas que priorizan objetivos empresariales por encima del activismo social, optando por una postura centrada más en la formación profesional y la mentoría de sus empleados. Esta decisión ha generado un debate sobre la responsabilidad de las corporaciones en el ámbito social.
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A través de su enfoque en STEM, la marca automotriz busca fortalecer su fuerza laboral mediante la educación en áreas que son fundamentales para el desarrollo tecnológico y económico. Este enfoque no solo pretende mejorar las habilidades de sus empleados, sino también posicionar a la empresa como un líder en la innovación tecnológica y la sostenibilidad a largo plazo. Sin embargo, este cambio de rumbo ha suscitado reacciones mixtas en el público y entre los defensores de la comunidad LGBTQ.
Asimismo, otras compañías decidieron descartar su compromiso a apoyar activismos sociales y en su lugar optan por una estrategia más conservadora en su compromiso social.

