El general Juan José Zúñiga, excomandante del Ejército, se acogió al derecho constitucional del silencio al presentarse ante un fiscal en calidad de aprehendido por la toma militar a la plaza Murillo.
“No ha declarado, se ha acogido al silencio”, confirmó el viceministro de Régimen Interior y Policía, Jhonny Aguilera.
La posición de Zúñiga es diferente a lo que pasó el miércoles por la noche, cuando estaba siendo aprehendido. Aquella oportunidad señaló a los medios que días antes conversó con el presidente Luis Arce, quien le dijo que la situación estaba complicada por lo que necesitaba hacer algo para “ganar popularidad”.
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En ese instante el viceministro Aguilera lo sacó del lugar, evitando de esta manera que continúe su declaración a los medios.
A la consulta si este tipo de hechos en Plaza Murillo, fue un “auto golpe”, el general Zuñiga respondió afirmando: “Si, si”, a tiempo de ser aprehendido por efectivos de la Policía de la Felcc que realizaron un operativo en puertas del Estado Mayor del Ejército en Miraflores, la noche del miércoles.
Un día después de su aprehensión, Unitel habló breves minutos con el general Zúñiga cuando era conducido a su declaración informativa en las mismas instalaciones de la Felcc.
¿Va a declarar? “Sí, voy a declarar”, dijo el general Zúñiga, cuando subió por las gradas.
”Haré mi primera declaración y después hablaré con la prensa”, señaló Zúñiga, que dijo desconocer quiénes más están aprehendidos por este caso, que ha causado un revuelo nacional e internacional y que el Gobierno boliviano ha tildado como un movimiento que buscaba dar un “golpe” a la administración de Luis Arce.
Horas después de lo ocurrido en plaza Murillo, la noche del miércoles, la ministra de la Presidencia, María Nela Prada, leyó un documento en el que se presume está en una primera declaración hecha por el general Juan José Zúñiga en la cual “confesó” que el plan militar “fracasó” porque los “refuerzos” de Viacha y de la Fuerza Aérea Boliviana (FAB) no llegaron a la ciudad de La Paz.