Tras la toma de la Plaza Murillo por un contingente militar que estuvo al mando del general Juan José Zuñiga, la sede de Gobierno amaneció tranquila y el epicentro del kilometro cero aún permanece resguardada por efectivos de la Policía Boliviana.
La pasada jornada, y en la convulsión que se vivió en la plaza, una tanqueta forzó la puerta del Palacio de Gobierno. Ahora este portón permanece cerrado con custodia de efectivos de la fuerza del orden.
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Los cuatro accesos al centro político permanecen cerrados a vehículos, sin embargo, las personas pueden ingresar a pie.
En inmediaciones de la plaza, grupos de personas que prefirieron no divulgar a qué organizaciones pertenecen instalaron vigilias en apoyo al presidente Luis Arce, con pancartas y algunos estribillos: “Apoyamos la democracia”.
Entretanto, la Federación de Juntas Vecinales de El Alto (Fejuve) determinó paro y bloqueo de vías por 24 horas en apoyo al Gobierno.
La tarde del miércoles, la ciudad de La Paz, vivió momentos de tensión por la violenta toma de la Plaza Murillo por militares del Ejército. Además hubo gasificación a las personas que quisieron evitar este tipo de actos irregulares que van contra la democracia del país.