El exgerente general de Yacimientos del Litio Bolivianos (YLB), Juan Carlos Montenegro, falleció este miércoles en la ciudad de La Paz. Fue hallado sin vida en circunstancias que se encuentran en investigación.
La muerte de Montenegro tiene una alta connotación política en medio de una investigación que lo incluye en la lista de los presuntos implicados en las irregularidades en la planta de litio en el Salar de Uyuni.
Montenegro ocupó el cargo de gerente de YLB entre julio de 2017 y noviembre de 2019, dentro del Gobierno de Evo Morales.
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Dentro de la investigación, 10 exfuncionarios y la representante legal de una de las empresas constructoras, fueron denunciados penalmente por YLB, tras hallarse irregularidades en la construcción de la planta en el salar de Uyuni.
Carta de Juan Carlos Montenegro:
Frente al atropello a que estamos siendo sometidos quienes iniciamos desde cero el proyecto del litio en Bolivia, me veo en la extrema necesidad de emitir esta carta pública.
El único fin del proceso que se ha iniciado en nuestra contra, es justificar y ocultar el rotundo fracaso de la estrategia ilusoria de extracción directa de litio (EDL) que adoptó arbitraria e irresponsablemente LB y el actual gobierno desde el año 2021, abandonando y desprestigiando el proceso de cristalización fraccionada en piscinas de evaporación solar, que se vino ejecutando hasta fines del año 2019, en cumplimiento de los contratos del BCB.
Hasta fines del 2019 se construyeron e impermeabilizaron más de 90 piscinas hasta la línea 12, de las cuales, según información de YLB, 18 piscinas estarían sin operación. Se menciona que, debido a la falta de esas 18 piscinas, las plantas industriales de cloruro de potasio y carbonato de litio no tendrían la suficiente materia prima para alcanzar su capacidad. Sin embargo, no mencionan que desde el año 2021 tenían la OBLIGACIÓN de concluir las 64 piscinas faltantes, que corresponden de la línea 13 a la 20 y buscar alternativas de reparación de esas 18, pero no lo hicieron, no impermeabilizaron siquiera una sola nueva, las abandonaron y desprestigiaron.
Esas 64 piscinas faltantes representan el 40% de la materia prima, que en los últimos cuatro años no se ha estado produciendo. Reitero, las abandonaron por adoptar la falsa ilusión de EDL, como una supuesta alternativa rápida para producir grandes volúmenes, incluso se habló de alcanzar 100.000 toneladas de carbonato de litio para el 2025. Constataron que todavía no son viables grandes plantas industriales vía EDL y se percataron, tardiamente, que podrían ser viables sólo pequeñas plantas piloto, que hasta la fecha no existen. Esta es la verdadera dimensión de lo que se pretende ocultar.
Hoy pretenden mellar nuestra dignidad buscando incriminarnos forzadamente con hechos de corrupción. El ingeniero Luis Alberto Echazú y mi persona, tenemos un profundo compromiso revolucionario y honesta trayectoria al lado de los trabajadores y las aspiraciones del pueblo boliviano desde nuestra adolescencia.
No se puede mellar mi límpida trayectoria académica y profesional con este tipo de atropellos y no me prestaré a ser vejado y humillado por una justicia amañada que se vende al poder político o al mejor postor. No lo puedo permitir.
Pido perdón a mis seres queridos por el dolor que seguramente les provocará esta mi decisión, pero lo hago también por ellos.

