El agujero negro supermasivo Sagitario A* situado en el centro de la Vía Láctea, nuestra galaxia, ha podido ser observado por primera vez. Lo ha conseguido el Telescopio del Horizonte de Sucesos (EHT, por sus iniciales en inglés), un consorcio internacional que utiliza una red global de radiotelescopios.
Las observaciones revelan un astro al que los astrónomos han llamado “el gigante apacible” porque engulle poca materia. Además, confirman las predicciones de la teoría de relatividad de Albert Einstein en las condiciones de gravedad extrema de un agujero negro supermasivo.
En la imagen se aprecia una región central oscura, que corresponde a la sombra del agujero negro, rodeada por una estructura brillante en forma de anillo, que corresponde a la materia que orbita a su alrededor a alta velocidad emitiendo una intensa radiación.
La primera imagen del agujero negro supermasivo que gobierna la Vía Láctea El astro, con una masa de unos 4 millones de soles, se encuentra a una distancia de 27.000 años luz del sistema solar
«Lo sorprendente es lo bien que coincide el tamaño del anillo con las predicciones de la teoría de la relatividad general de Einstein», declara en un comunicado Geoffrey Bower, del Instituto de Astronomía y Astrofísica de la Academia Sinica de Taipéi. «Estas observaciones representan un gran paso adelante en nuestro conocimiento de lo que ocurre en el centro mismo de nuestra galaxia, y ofrecen nueva información sobre cómo estos agujeros negros gigantes interactúan con su entorno».
Situado en el centro de la Vía Láctea a una distancia de 27.000 años luz del sistema solar, el agujero negro tiene una masa de unos 4 millones de soles.
Su diámetro es similar al de la órbita de Mercurio, el planeta más cercano al sol, ha informado en rueda de prensa Huib van Langeveld, director del proyecto EHT. Visto desde la Tierra, su tamaño en el cielo es tan pequeño como el que tendría un dónut en la superficie de la Luna.
Anatomía de un agujero negroAunque no hay ningún riesgo de que el sistema solar pueda caer en el agujero negro, ha tenido una influencia determinante en la historia de la galaxia, y por lo tanto en la del sol y la Tierra. El sistema solar completa una órbita alrededor del agujero negro una vez cada 240 millones de años, de manera similar a como los planetas orbitan alrededor del sol.
Pese a su importancia en la historia del sistema solar, los astrónomos nunca habían podido observar el astro central de la galaxia. Se encuentra en la constelación de Sagitario, oculto detrás de enormes nubes de polvo interestelar. Allí se halla la fuente de ondas de radio más potente de la galaxia, técnicamente llamada Sagitario A* (abreviada Sgr A* y pronunciada sagitario A estrella).
Para observarlo, astrónomos de todo el mundo constituyeron en 2009 el Telescopio del Horizonte de Sucesos, formado actualmente por una red de once radiotelescopios. En las observaciones de Sgr A*, realizadas en 2017, participaron ocho telescopios.-entre ellos, el IRAM de 30 metros del Pico Veleta en Sierra Nevada, en España-.
La red de radiotelescopios ALMA ubicados en los Andes ha participado en el proyecto
Al observar el centro de la galaxia en radioondas, que a diferencia de la luz visible pueden atravesar el polvo interestelar, el EHT ha podido acceder a la región donde se encuentran el agujero negro supermasivo y la fuente de radiación Sgr A*
El hecho de combinar observaciones de radiotelescopios de todo el mundo equivale a disponer de un telescopio tan grande como la Tierra, de más de 12.000 kilómetros de diámetro.
Radiotelescopio IRAM, en el pico Veleta, en Sierra Nevada, que se ha utilizado para observar el agujero negro del centro de la Vía Láctea
Forman parte del EHT más de 300 científicos de 60 instituciones de una veintena de países. El primer gran éxito del consorcio fue la icónica imagen del agujero negro del centro de la galaxia M87, presentada en 2019, que confirmaba la existencia de agujeros negros supermasivos en el centro de las galaxias y que fue elegida por la revista Science como el avance científico más importante de aquel año.
El año siguiente se concedía el premio Nobel de Física a Reinhard Genzel y Andrea Ghez por haber demostrado en los años 90 que en el centro de la Vía Láctea tiene que haber un agujero negro supermasivo.
La primera imagen de este agujero negro se ha presentado en siete ruedas de prensa celebradas hoy en Munich, Washington, Mexico, Santiago de Chile, Shanghái, Taipei y Tokio, lo que pone en valor que el consorcio EHT es una colaboración internacional. En Madrid, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha organizado una octava rueda de prensa para destacar la participación española en el proyecto.
Los resultados del equipo del EHT se han publicado en un número especial de la revista The Astrophysical Journal Letters.