Un joven de 20 años de la ciudad de Ulán-Udé, capital de la república siberiana de Buriatia, ha sido condenado a 10 años de prisión en régimen severo por haber planeado una matanza en una escuela técnica, aunque no llegó a ejecutarla, informa el Comité de Instrucción ruso (SK) en una nota de prensa publicada en su página web. «Por sentencia judicial, el joven fue condenado a diez años de prisión en régimen severo y a una multa de 15.000 rublos» (unos 170 euros), se asegura en el comunicado. El SK señala además que el condenado «inició los preparativos para llevar a cabo la masacre en noviembre de 2018 tras consultar en Internet de forma sistemática contenidos sobre este asunto».
El sujeto eligió como objetivo de su descabellado proyecto una de las escuelas politécnicas de Ulán-Udé y, según las autoridades judiciales, «se propuso utilizar armas de fuego y bombas que serían detonadas mediante radiocontrol. Durante el año siguiente, en la preparación del crimen, elaboró y detonó al menos 15 artefactos explosivos. Una de estas explosiones destruyó completamente un edifico abandonado en una zona rural» de las afueras de la ciudad.
El SK anuncia también de que el joven, cuya identidad no ha sido dada a conocer, «intentó involucrar en su plan a tres conocidos, pero se negaron». Él nunca llegó a estudiar en el centro docente que pretendía arrasar, así que, bajo la apariencia de un solicitante de matrícula, «visitó varias veces el edificio de la escuela y dibujó esquemas con la posible localización de las bombas». El órgano judicial ruso añade que el inculpado «compró una pistola, equipo militar, sistemas de control remoto, máscaras para ocultar el rostro y otras antigás». «Sin embargo, no pudo poner fin a su intento delictivo, ya que fue rápidamente descubierto y detenido por funcionarios del Ministerio del Interior de Buriatia en cooperación con agentes de los servicios secretos rusos (FSB)», concluye la nota del SK.
Se da la circunstancia de que la actual condena ha sido emitida ocho días después de que Ilnaz Galiáviev, de 19 años de edad, asesinase con un fusil de fabricación turca a siete escolares, una profesora y una empleada en la escuela número 175 de Kazán, la capital de Tatarstán. Galiáviev, que dijo ser ‘Dios’ y sentir odio hacia todo el mundo, está siendo sometido a un profundo examen psiquiátrico. Según el SK, sufría una ‘enfermedad cerebral’ que alteró su personalidad y comportamiento.
Ayer precisamente, en otra escuela de Kazán, en la número 40, se produjo un preocupante incidente después de que el centro educativo tuviera que ser evacuado por una amenaza de bomba lanzada por uno de los alumnos. Sin embargo, todo resultó ser una falsa alarma, ya que la Policía no encontró ningún artefacto explosivo en el recinto de la escuela. El autor de la amenaza, según el Departamento de Educación de la república, sufre trastornos psíquicos.
ABC