Santa Cruz, 5 octubre (Radio Splendid).- Los últimos centros para el aislamiento de los pacientes con síntomas leves de coronavirus en Santa Cruz van cerrando sus puertas. Uno de ellos es la Fexpocruz, donde hace más de dos meses se habilitó un espacio para cerca de un centenar de camas. De igual forma, los centros de aislamiento de Alto San Pedro y San Isidro, a cargo de la Alcaldía. Mientras Remanso, va bajando su capacidad de atención.
De forma paralela otros ambientes, como el hospital municipal Tatú (DM-7), van abriendo la atención a pacientes con otras enfermedades y ya no son exclusivos para afectados por el Covid-19.
Esta reestructuración se registra casi de forma paralela con la conclusión (30 de septiembre) de contrato de los médicos por la emergencia, pese a que las mismas autoridades del Servicio Departamental de Salud (Sedes) advirtieron que, como sucedió en otros países, se puede registrar una segunda ola de contagios desde este mes. Aunque aún no hay datos claros que confirmen el inicio de un rebrote.
Al respecto, el director del Sedes, Marcelo Ríos, remarcó que en el último mes los centros de primer nivel ya no tenían demanda y no justificaba tenerlos abiertos, por lo que se está ajustando el plan departamental de primera respuesta. La autoridad señaló que ahora la atención de estos casos asintomáticos y leves será en el hospital de la Pampa de la Isla, donde ya se atienden casos con síntomas moderados a graves.
Detalló que en el caso de la Fexpocruz se mantiene el equipamiento en el lugar por si es necesario reabrir, si se registra una segunda ola del virus, aunque aún no hay ningún indicio claro de esto.
En cuanto a Remanso, un centro que, junto al de Pampa de la Isla, fue el primero en atender exclusivo Covid-19, la demanda disminuyó. Esta semana, según los médicos, no había ni 20 pacientes internados.