Más de 40 personas, entre ellos civiles y combatientes, murieron este martes en un atentado con un camión cisterna bomba en la ciudad de Afrin en el norte de Siria, en manos de fuerzas turcas y sus aliados rebeldes sirios, anunció una oenegé.
La explosión en un mercado de un camión con combustible en el cual fue colocada un bomba mató a «al menos 46 personas, entre ellos civiles, e hirió a 50», indicó el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH), revisando un balance anterior.
Al menos seis combatientes sirios aliados de Turquía figuran entre los muertos, agregó.
El ataque, que no fue reivindicado de manera inmediata, es uno de los más mortíferos de los últimos meses en los territorios del norte de Siria en manos de rebeldes apoyados por Ankara.
El saldo del ataque podría ser revisado al alza porque hay muchas heridos en estado «crítico», subrayó el director del OSDH, Rami Abdel Rahman.
Ubicada en la provincia de Alepo, la región kurda de Afrin fue conquistada en marzo de 2018 por fuerzas turcas y sus aliados rebeldes sirios, que derrotaron a los kurdos de la zona.
La mitad de los 320.000 habitantes de Afrin huyeron de sus hogares durante la ofensiva, según la ONU, y la mayoría ya no regresó.
Al menos 380.000 personas murieron en Siria, entre ellas más de 116.000 civiles, desde que estalló la guerra en marzo de 2011, según un balance del OSDH.