Washington, 4 jul (LA VANGUARDIA).- Tanques, aviones de combate, fuegos artificiales, grandes celebraciones, protestas y críticos y Donald Trump como maestro de ceremonias. Todo está preparado en el centro de Washington para la gran fiesta patriótica del presidente de EE.UU., cuya celebración militarista del 4 de julio ha atraído a la capital tanto a simpatizantes del mandatario como a sus críticos, incluido el ya famoso globo del “bebé Trump”.
Con motivo del Día de la Independencia en Estados Unidos, Trump dará este jueves un discurso en el ambiente nacionalista con el que sueña desde hace dos años, cuando visitó París para asistir al desfile del Día de la Bastilla y concluyó que en su país faltaba un festejo militar equivalente.
Después de que el Pentágono aplazara sus planes para celebrar ese desfile el pasado noviembre, Trump decidió organizar un acto por el Día de la Independencia que estará protagonizado por unos 300 militares, con tanques aparcados en el centro de la ciudad y aviones de combate que sobrevolarán la ciudad durante su discurso.
“Nuestro ‘Homenaje a Estados Unidos’ por el 4 de julio ante el Monumento a Lincoln va a ser muy grande, parece. ¡Será el espectáculo de toda una vida!”, escribió hoy Trump en Twitter.
Our July 4th Salute to America at the Lincoln Memorial is looking to be really big. It will be the show of a lifetime!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) July 3, 2019
Las críticas por la celebración han aumentado desde que el diario The Washington Post revelara esta semana que el Servicio Nacional de Parques de EE.UU. (NPS, en inglés) se ha visto forzado a desviar 2,5 millones de dólares en gastos destinados a mejorar las áreas de recreación del país para cubrir los costes del festejo.