Mexico D.C., 31 may (EL PAÍS).- ¿Cómo responder a las provocaciones de Donald Trump? La pregunta rondaba en la mente de varios mexicanos minutos después de conocerse la amenaza más reciente del presidente de Estados Unidos. El republicano anunció en un tuit su intención de imponer, desde el 10 de junio, un arancel del 5%, y que podría llegar al 25%, a los productos mexicanos si el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador no pone fin a la inmigración ilegal que cruza el río Bravo. El líder de Morena ha respondido al exabrupto con una carta en la que llama al diálogo y en la que rechaza las medidas dramáticas que se adelantan. «Los problemas sociales no se resuelven con impuestos o medidas coercitivas», asegura López Obrador en el documento que la presidencia mexicana hizo público la noche del jueves.
La carta indica que el Gobierno de México se ha tomado muy en serio la amenaza de Trump. López Obrador pide al presidente estadounidense que sus funcionarios reciban a su canciller, Marcelo Ebrard, quien viajará este viernes nuevamente a Washington con la misión de entablar un diálogo. Hace una semana, Mike Pompeo, el secretario de Estado de Trump, dejó plantado al ministro de Exteriores mexicano en una reunión agendada sobre inmigración.
López Obrador recordó a Trump que su Gobierno está cumpliendo «en la medida de lo posible y sin violentar los derechos humanos» con la responsabilidad de evitar el paso de inmigrantes ilegales por México. El mandatario asegura que la lucha contra la corrupción que encabeza pretende crear las condiciones para que los mexicanos se queden en su país y no tengan que emprender la marcha al norte.
Lo citado por López Obrador no es retórico. México ha deportado a más de 45.000 personas, principalmente a centroamericanos, durante los primeros meses del Gobierno del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena). Tan solo en abril, fueron devueltos a sus países 15.000 inmigrantes. Es la cifra mensual más alta registrada en los últimos años. Aún así, la patrulla fronteriza de Estados Unidos detuvo a casi 100.000 migrantes ese mes en la frontera común.
