Moscú, 20 feb (infobae).- El presidente ruso, Vladímir Putin, advirtió este miércoles a Estados Unidos de que, en caso de que despliegue en Europa misiles de medio y corto alcance, Moscú responderá «inmediatamente» apuntando con su armamento no sólo a esos países europeos, sino también a los «centros de toma de decisiones».
Putin hizo esta afirmación en alusión a la reciente salida unilateral de Washington del tratado de eliminación de misiles de corto y medio alcance (INF) durante su discurso anual sobre el estado de la nación ante ambas cámaras del Parlamento.
«Rusia no será el primero en desplegar misiles de rango intermedio en Europa, pero si Estados Unidos instala esos misiles cerca de Rusia, Moscú se verá obligada a reaccionar de la misma manera. Si eso pasa, Rusia no solo apuntará contra los puntos de lanzamiento, sino también contra los sitios donde se toman las decisiones vinculadas a esos misiles», advirtió.
Putin argumentó que este tipo de respuesta incluirán medidas tanto «simétricas como asimétricas», porque «algunos de los misiles» que Washington podría emplazar en el continente europeo podrían llegar a Moscú en apenas 10 minutos. «Esta es una amenaza muy grande para nosotros. Esto agravaría radicalmente la situación en el ámbito de la seguridad internacional», denunció.
En ese sentido, el mandatario reforzó su desafío contra la Casa Blanca. «Las élites estadounidenses pueden estar equivocadas al creer que son excepcionales. ¿Pero saben contar? Deberían registrar las nuevas armas de Rusia y tomar decisiones basadas en estos cálculos», agregó, en un discurso que duró 90 minutos.
El líder ruso también anunció y celebró los nuevos desarrollos militares, entre los cuales destacó un nuevo misil de crucero hipersónico Tsirkon, que aseguró que puede alcanzar una velocidad Mach 9 (11.110 kilómetros por hora) y un rango superior a los 1.000 kilómetros.
Según indicó, estos cohetes antibuques, todavía en fase de prueba, serán instalados en barcos y submarinos de la Armada rusa.
«Rusia ha logrado tener avances de tecnología de punta en el sector de defensa. Crear misiles hipersónicos está a la altura del primer lansamiento de un satélite, en términos de magnitud», exaltó Putin.
De todas formas, mantuvo su discurso que asegura el rol «pacífico» del Kremlin, con críticas a la Casa Blanca. «Rusia no es una amenaza para otras naciones. Los movimientos militares son de naturaleza defensiva y una respuesta a lo que hace estados unidos y sus aliados. Las políticas de Washington son destructivas y a la larga afectan sus propios intereses».
Pese a destacar los avances militares rusos, aseguró que «el escenario internacional no pide una escalada» bélica y consideró que la decisión de Estados Unidos de retirarse del tratado INF es «uno de los hechos más significativos de la actualidad».
«Nuestros socios estadounidenses tendrían que haber dicho las cosas honestamente en lugar de utilizar acusaciones imaginarias respecto a Rusia para motivar su salida unilateral del acuerdo», añadió.
Antes del mensaje de Putin, el líder ultranacionalista Vladimir Zhirinovski, analizó la importancia que tiene su alocución para la política local. «El discurso marca el rumbo del Estado durante el año siguiente, y la mayoría de las veces refleja los desafíos más importantes. Para Rusia es la amenaza de Occidente. Quieres evitar una guerra, prepárate para ella».
Después del discurso del año pasado, Putin disfrutó de su mayor índice de aprobación desde que llegó al poder en 1999. Pero un año después, el mandatario ha visto caer su popularidad en un contexto de problemas económicos.