El Ejecutivo francés se reunió este 27 de diciembre para reevaluar la situación creada por la rápida progresión de la variante Ómicron del coronavirus. Durante la jornada, el Gobierno organizará un Consejo de Defensa, seguido de un Consejo de ministros con el fin de aprobar un proyecto de ley para que el actual pase sanitario se convierta en un pase de vacunación.
Los anuncios la semana pasada del primer ministro y el ministro de Salud de Francia están tomando forma. El avance de la variante Ómicron del Covid-19 en el país ha provocado cifras récord de contagios y ha puesto al Gobierno en una situación en la que detenerla ya no es una opción, pero sí controlarla.
Este lunes 27 de diciembre, el presidente francés Emmanuel Macron se reúne por videoconferencia con miembros del Ejecutivo en un Consejo de Defensa y luego un Consejo de ministros con miras a adoptar nuevas medidas antes de las festividades de Año Nuevo.
Una de ellas es el anunciado proyecto de ley que se quiere presentar para que el pase sanitario utilizado por los franceses para entrar a lugares públicos se convierta en un pase de vacunación. De aprobarse este lunes, entraría en vigor antes del 15 de enero, fecha en la que la vacuna contra el Covid-19 sería obligatoria para acceder a una sala de cine o a un restaurante.
El pase sanitario se transforma en pase de vacunación
De nuevo, la agenda de Macron se somete al ritmo de una pandemia. La vacunación forzada es, para el Gobierno francés, la decisión más consensuada para hacer frente a la quinta ola de la pandemia de coronavirus.
Eso es lo que piensa el Ejecutivo que, este lunes, pretende examinar el proyecto de ley para transformar el pase sanitario en pase de vacunación. Es decir; ya no será suficiente una prueba negativa de Covid-19 para entrar a los lugares públicos, como se hace hasta el momento.
Según el diario francés ‘Le Monde’, “la ley iría acompañada de medidas de protección adicionales inspiradas en lo que se hace en Alemania. Un pase reforzado que requiera un calendario de vacunación actualizado junto con una prueba negativa podría ser requerido en lugares por definir. Por ahora, el Gobierno no lo está considerando en bares y restaurantes, sino para lugares con gran población”.
Se espera que la Asamblea Nacional empiece a debatir el texto este miércoles, con vistas a una posible aprobación a mediados de enero. El objetivo del Gobierno es convencer a los incrédulos de la vacuna, pues, casi el 10 % de la población elegible en Francia sigue rechazando el pinchazo.
Los dos Consejos de este lunes llegan cuando el país sufre récords diarios de contagios y la barrera de los 100.000 diarios se superó el sábado, con 104.611 casos positivos, una cifra que contrasta con los 27.700 contagios que se registraron el domingo, pero la respuesta está en el cierre de muchos laboratorios y farmacias que no trabajaron durante el fin de semana festivo.
Un escenario sombrío para 2022
La vacunación obligatoria es una medida drástica, sin embargo, el Ejecutivo no tiene previsto por ahora que haya un toque de queda para la noche del 31 de diciembre y tampoco piensa retrasar el regreso a las escuelas tras las vacaciones navideñas, prevista para el 3 de enero.
Sin embargo, lo que sí puede suceder es que se apruebe el uso obligatorio de mascarillas al aire libre, sobre todo en las grandes urbes. Además, parece haber consenso en la reducción del período de cuarentena de 10 a 7 días para quienes han estado en contacto con un caso positivo, pero tienen la vacunación completa.
Otra recomendación que se estudiará es aplicar la tercera dosis de la vacuna a los adolescentes de entre 12 y 17 años con problemas de salud y adelantar el periodo de la tercera dosis para el resto.
Según Benjamin Davido, especialista en enfermedades infecciosas, el avance de Ómicron levanta proyecciones sombrías a pocos días de que termine el año. “El escenario realista es que a mediados de enero tengamos 200.000 contaminaciones al día”, dijo para la cadena de televisión ‘CNews’.
Con EFE, AFP y medios locales