· Comienza este lunes en Nueva York el juicio contra el narcotraficante mexicano Joaquín “El Chapo” Guzmán, líder del mayor cartel de drogas del planeta. El proceso, que va a comenzar con la selección del jurado, va a ser tan monumental como las actividades de El Chapo, acusado de encabezar “la mayor organización de tráfico de droga del mundo”.
Nueva York se está preparando a un enorme despliegue de medidas de seguridad. “El Chapo” está actualmente detenido en una cárcel entre las más seguras del país, el Metropolitan Correctional Center, en una celda de aislamiento de 18 metros cuadrados, en la que nunca se apaga la luz. Sólo hay una ventana, desde la que sin embargo no se puede mirar al exterior. El narcotraficante no puede tener contacto con los otros presos, ni puede hablar con su esposa. Sólo tiene derecho a hacer cada mes una llamada a su madre de 15 minutos, escuchada por las autoridades, y a ver sus gemelas de 7 años a través de un vidrio. No puede salir al patio, ya que escapó dos veces de cárceles de máxima seguridad en México, humillando a las autoridades mexicanas y al sistema de seguridad en el país.
En enero de 2017 fue extraditado desde México a Estados Unidos, bajo la condición de que no se le aplique la pena de muerte. Sin embargo, el juicio podría costarle la cadena perpetua. El Gobierno estadounidense se prepara a presentar numerosísimas evidencias, más de 300.000 páginas de documentos y al menos 117.000 grabaciones de audios, junto a centenares de fotos y videos.
Mientras tanto, se estudia la mejor manera para proteger al jurado, que se mantendrá en el anonimato, y a los que podrían testimoniar en su contra por miedo de sicarios que les podrían asesinar o secuestrar. Sus abogados excluyen esta opción, comentando que “El Chapo” está en aislamiento, sin contactos con el mundo exterior y por lo tanto con afiliados del cártel.
El proceso tendrá lugar en la corte federal de Brooklyn. El famoso puente de Brooklyn tendrá que cerrarse dos veces al día durante el recorrido del convoy de agentes que escoltará al narcotraficante hacia el tribunal, seguido también por un helicóptero policial. La zona se prepara entonces a hacer frente a significativos problemas de tráfico durante todo el periodo del proceso que podría extenderse por más de cuatro meses.
“El Chapo” se enfrentará a 11 cargos, entre ellos delitos de tráfico y distribución de droga, posesión de armas y lavado de dinero. La fiscalía que ha preparado el caso asegura que “El Chapo” ha enviado a Estados Unidos al menos 154.626 kilos de cocaína, además de múltiples toneladas de otras drogas. El proceso es un gran triunfo para Washington, que nunca consiguió extraditar y juzgar a Pablo Escobar, mayor narcotraficante colombiano, y que ya había pedido el traslado de “El Chapo” a Estados Unidos poco antes de su segunda fuga de la cárcel de máxima seguridad en México, a través de un túnel de 1,5 kilómetros que partía de la ducha de su propia celda. Después de que el Gobierno mexicano consiguiera recapturarlo, el narcotraficante fue extraditado a Estados Unidos en enero del 2016.
El abogado de “El Chapo” ha declarado que el proceso, presidido por el juez Brian Cogan, tendrá “cientos de testigos”, pero no se sabe aún quiénes serán los ex-socios, empleados o rivales que declararán en su contra. No se permitirá a “El Chapo” hablar en la corte y sólo cinco periodistas preseleccionados podrán asistir al juicio. La defensa sigue insistiendo desde hace casi dos años en la inocencia del narcotraficante, afirmando que no era la cabeza del cártel de Sinaloa y que por lo tanto actuaba bajo directivas.
El cártel no ha colapsado desde que su cabecilla fue encarcelado. En el momento de la detención de “El Chapo” hubo tensiones entre sus hermanos y sus hijos para ocupar la posición de poder vacante, pero la organización no se vio excesivamente debilitada. Fermín Hernández, el jefe de la seguridad en el distrito de Sinaloa, durante una entrevista con el canal Al Jazeera, explicó que el cártel no tiene una estructura vertical, sino que hay muchas facciones relacionadas cada una con sus propios jefes.
Según la fiscalía, “El Chapo” consiguió que el cártel de Sinaloa creciera hasta encontrar nuevas maneras de trasladar la droga a Estados Unidos, por tierra a través la construcción de túneles del aire acondicionado en la frontera con Texas, por aire con la utilización de aviones y por mar con un submarino. Se calcula que bajo su liderazgo el tráfico de droga hubo un beneficio de 14.000 millones de dólares, tanto que la revista Forbes le incluyó en su famosa lista.
Fuente: RFI