Al menos 4 personas murieron en un tiroteo este domingo 28 en una iglesia mormona en Grand Blanc, en el estado de Míchigan, Estados Unidos, y otras ocho resultaron heridas, algunas en estado crítico, según informaron fuentes policiales.
Un hombre estrelló su coche contra la iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días antes de abrir fuego contra los feligreses tras lo cual la prendió en llamas. El tirador que utilizó un rifle de asalto, fue abatido por dos agentes de la Policía.
Las autoridades comentaron que el atacante era un hombre de 40 años de la localidad de Burton, también en el mismo estado, pero aún se desconoce su nombre.
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«Creemos que encontraremos más víctimas una vez que hayamos asegurado la escena«, dijo el jefe de Policía de la localidad, William Renye.
Hay niños entre los heridos, dijo a CNN una fuente que presenció el incidente. De la segunda persona que perdió la vida en el hecho se desconoce la identidad.
Las tareas de las fuerzas de seguridad se han visto ralentizadas por el incendio provocado por el atacante en la iglesia. Renye aseguró que el tirador la incendió «deliberadamente«.
También indicó que obtendrá una orden para registrar la residencia del sospechoso y revisarán además los registros de su celular para «averiguar si había algún motivo”.
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Señaló además que el FBI ha asignado a cien agentes a la zona para ayudar a tomar declaraciones de testigos, de acuerdo con CNN.
Al poco de conocer lo sucedido, la fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi, informó de que agentes del FBI se desplazaron al lugar de los hechos.
«Tal violencia en un lugar de culto es desgarradora y escalofriante. Por favor, únanse a mí en orar por las víctimas de esta terrible tragedia«, añadió.
Por su parte, el presidente, Donald Trump, aseguró estar siguiendo la situación y condenó el ataque.
«Esto parece ser otro ataque dirigido contra los cristianos en los Estados Unidos de América. La Administración Trump mantendrá informada a la opinión pública, como siempre hacemos. Mientras tanto, RECEN por las víctimas y sus familias. ¡ESTA EPIDEMIA DE VIOLENCIA EN NUESTRO PAÍS DEBE TERMINAR, DE INMEDIATO!», dijo.
Las autoridades explicaron que cientos de feligreses se encontraban en la iglesia en el momento del ataque.

