Percy Fernández Añez, exalcalde de Santa Cruz de la Sierra y uno de los políticos municipales más controvertidos del país, falleció este lunes por la noche a los 86 años. Su paso por la Alcaldía se extendió por más de 20 años en mandatos no consecutivos, entre 1990 y 2020, consolidándose como un actor central de la gestión urbana cruceña, aunque también como una figura fuertemente cuestionada por su comportamiento público.
Ingeniero civil de profesión, Fernández fue electo en seis oportunidades, siempre bajo un discurso populista y con un estilo frontal que lo alejaba de los protocolos institucionales. Se autodefinía como “el sirviente del pueblo” y, en uno de sus últimos actos como alcalde, llegó a declarar: “Esta pega es hermosa, una pinche pega de alcalde… y no me voy porque no me da la gana. Esa es la verdad”. Durante su permanencia en el cargo, impulsó proyectos de infraestructura urbana como pavimentaciones, anillos viales, parques y sistemas de transporte, que transformaron el paisaje urbano de Santa Cruz.
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Pese a los avances en obras, su figura estuvo rodeada de polémica. Fue reiteradamente criticado por conductas inapropiadas, especialmente hacia mujeres, en actos públicos que fueron registrados por medios nacionales e internacionales. Aunque nunca fue procesado formalmente por estos incidentes, los hechos generaron rechazo en distintos sectores de la sociedad. Su estilo de gestión fue calificado por analistas como improvisado, centralista y con escasos controles institucionales.
Tras finalizar su última gestión en 2020, Fernández se retiró de la vida pública, alegando problemas de salud. Desde entonces, permaneció fuera del debate político y bajo cuidados médicos. Su última aparición fue en el acto de traspaso de mando municipal ese mismo año.
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La figura de Percy Fernández deja un legado complejo: por un lado, el de un alcalde con capacidad técnica y visión urbanística; por otro, el de un político que naturalizó actitudes cuestionables bajo el argumento del carisma. Su muerte representa el fin de una etapa que marcó profundamente la política local, tanto por sus obras como por sus excesos.

