En su mensaje por los 200 años de independencia, el presidente Luis Arce reconoció las dificultades económicas actuales, pero reafirmó el rumbo del país hacia la industrialización y la defensa de sus recursos naturales.
Durante la Sesión de Honor por el Bicentenario de Bolivia, el presidente Luis Arce Catacora ofreció un mensaje al país marcado por la reflexión histórica y la reafirmación del proyecto político que impulsa su gestión. A pesar de la escasez de diésel, la falta de dólares y la inflación, sostuvo que se trata de problemas “coyunturales que no reflejan debilidad”.
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Arce explicó que el país se encuentra en medio de un “cambio estructural imparable”, con la industrialización como eje central. “Jamás vendimos la patria, defendimos nuestros recursos y los industrializamos”, afirmó. También subrayó que su gobierno nunca será acusado de entregar el país a intereses externos, en clara alusión al debate sobre el litio.
En su repaso histórico, el mandatario recordó la pérdida del litoral boliviano, la época de saqueo por parte de las élites mineras y los intereses foráneos. “La pérdida del mar nos mutiló hasta el día de hoy. Bolivia continuó siendo saqueada, primero por la rosca minera y luego por otras formas de dominación”, señaló.
Además, cuestionó al capitalismo y al colonialismo como sistemas que han afectado el desarrollo de los pueblos. “La guerra solo beneficia a los ricos y poderosos”, sostuvo, al tiempo que reivindicó el modelo del Estado Plurinacional como una respuesta a esas lógicas de opresión.
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El mensaje presidencial cerró con un llamado a la unidad y a la confianza en el rumbo económico y político que impulsa su gobierno. “Somos un pueblo resiliente que sabe defender lo suyo. No hay marcha atrás en nuestra soberanía ni en el camino hacia el vivir bien”, afirmó Arce.

