El cardenal italiano Angelo Becciu, condenado en 2023 por corrupción, anunció que no participará en el próximo cónclave para elegir al sucesor del papa Francisco, fallecido el 21 de abril. La decisión llega tras intensas presiones internas y la revelación de cartas firmadas por el pontífice que lo excluían del proceso.
Becciu, de 75 años, fue condenado a cinco años y medio de prisión por malversación de fondos en una operación inmobiliaria en Londres. A pesar de mantener su inocencia y estar en libertad mientras apela la sentencia, su presencia en el cónclave generaba controversia.
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Inicialmente, Becciu insistió en su derecho a votar, alegando una autorización verbal del papa Francisco. Sin embargo, la aparición de dos cartas del pontífice, fechadas en 2023 y marzo de 2025, confirmaron su exclusión formal del cónclave.
El escándalo de Becciu ha profundizado las divisiones dentro del Vaticano y ha puesto en duda la transparencia en la elección del nuevo papa. Su caso se suma a otros que han generado malestar entre los cardenales en las reuniones previas al cónclave.
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El cónclave, programado para el 7 de mayo, contará con 135 cardenales electores. La exclusión de Becciu busca preservar la integridad del proceso y evitar que su participación empañe la elección del nuevo líder de la Iglesia Católica.
La renuncia de Becciu al cónclave marca un hito en la historia reciente del Vaticano, evidenciando los esfuerzos por reforzar la transparencia y la rendición de cuentas en la Iglesia. Mientras tanto, la atención se centra en los posibles sucesores de Francisco y en cómo enfrentarán los desafíos internos y externos que enfrenta la institución.

