El Jaffar Express, un tren que transportaba a más de 400 pasajeros en la ruta entre Quetta y Peshawar, se convirtió en el epicentro de una crisis de seguridad sin precedentes en Pakistán. El ataque, perpetrado por insurgentes del Ejército de Liberación de Baluchistán (BLA), dejó al menos 27 insurgentes muertos y más de 190 pasajeros rescatados, mientras decenas de rehenes permanecen bajo el control de los atacantes.
El asalto comenzó con una explosión en las vías que obligó al tren a detenerse en una zona montañosa de la provincia de Baluchistán. Minutos después, hombres armados irrumpieron en los vagones, separando a los pasajeros por género y tomando como rehenes a civiles y miembros de las fuerzas de seguridad. Según testigos, los atacantes ejecutaron al conductor del tren tras un intento fallido de Resistencia.
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El Ejército de Liberación de Baluchistán, un grupo separatista que busca la independencia de la región, reivindicó el ataque y emitió un ultimátum al gobierno paquistaní, exigiendo la liberación de prisioneros políticos. «Si nuestras demandas no se cumplen en 24 horas, comenzaremos las ejecuciones», advirtió el grupo en un comunicado.
La respuesta del ejército paquistaní fue inmediata, desplegando tropas especiales y helicópteros para rodear la zona. En los enfrentamientos, además de las bajas insurgentes, se logró liberar a casi la mitad de los pasajeros. Sin embargo, la operación continúa, mientras las autoridades enfrentan la presión de evitar una masacre y garantizar la seguridad de los rehenes restantes.
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Este ataque pone en evidencia la fragilidad de la seguridad en Pakistán y la creciente osadía de los grupos insurgentes en la región. Baluchistán, rica en recursos naturales, ha sido escenario de conflictos separatistas durante años, pero nunca antes se había registrado un ataque de esta magnitude.
Con el reloj en contra, el gobierno de Islamabad enfrenta uno de los mayores desafíos de su historia reciente. La comunidad internacional observa con atención, mientras cientos de vidas penden de un hilo en una crisis que podría tener repercusiones más allá de las fronteras de Pakistán.