En un reciente desarrollo en la guerra entre Rusia y Ucrania, las fuerzas ucranianas lanzaron un ataque aéreo contra un depósito de combustible en la región de Bryansk, en el oeste de Rusia. Este depósito está conectado al oleoducto Druzhba, uno de los más importantes de Rusia, que transporta petróleo desde Siberia Occidental y el Mar Caspio hacia los mercados europeos.
El ataque, realizado con drones, causó un incendio masivo en el depósito, que se extendió por una gran área. Según el gobernador de Bryansk, Alexander Bogomaz, el fuego fue extinguido por los servicios de emergencia y no hubo víctimas. Sin embargo, el incidente ha generado preocupación debido a la importancia estratégica del oleoducto afectado.
El oleoducto Druzhba, construido durante la era soviética, es crucial para el suministro de petróleo a Europa. Además, el sistema de oleoductos del Báltico, que también pasa por la región de Bryansk, transporta petróleo hacia el Mar Báltico. A pesar del ataque, el operador kazajo KazTransOil confirmó que el oleoducto no sufrió daños.
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Además del ataque al depósito de combustible, las fuerzas ucranianas lanzaron misiles contra el puerto de Taganrog en el mar de Azov, causando daños a una instalación industrial y numerosos automóviles. El gobernador de la región de Rostov, Yuri Slyusar, informó que 14 vehículos se incendiaron como resultado del ataque.
La situación en la región de Zaporizhzhia sigue siendo crítica, con un ataque reciente que golpeó un centro médico y un edificio de oficinas, dejando al menos siete personas muertas y otras 22 heridas, incluyendo una niña de cinco años. Los rescatistas continúan trabajando para liberar a las personas atrapadas bajo los escombros.
La comunidad internacional ha condenado repetidamente las violaciones de derechos humanos en Siria, pero la situación en el terreno sigue siendo desesperada. El Observatorio Sirio de Derechos Humanos informó que los rescatistas continúan las labores de búsqueda de supervivientes en la prisión de Sednaya.
