En el contexto de los esfuerzos mundiales para luchar contra la congestión urbana y disminuir las emisiones, Whoosh, una startup de Nueva Zelanda, presentó una solución innovadora de transporte por aire que pronto se pondrá en marcha en Queenstown, una de las urbes más relevantes del país. Este sistema, parecido a un teleférico pero más adaptable y eficaz, tiene el potencial de transformar la forma en que los habitantes y visitantes se mueven por esta ciudad turística.
El proyecto piloto se extenderá a una zona de 150 hectáreas y está previsto iniciar su edificación en 2025. Además, se prevé que esté preparado para 2027, convirtiéndose en el primero de su clase a nivel global, comunicó el medio estadounidense Time.
En contraste con otros sistemas convencionales que requieren de un cable en movimiento, las cabinas de esta compañía emplean un sistema donde cada cabina cuenta con un motor eléctrico que le permite moverse de forma independiente sobre una red de rieles estacionarias, según reportó el medio neozelandés The Press.
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Además, las cabinas pueden moverse a una velocidad promedio de 42 km/h, y pueden cambiar de trayectorias sin detenerse y sin necesidad de compartir el espacio con otros pasajeros, salvo que lo deseen. “Los vehículos se mueven a una velocidad bastante constante durante todo el trayecto”, explicó Chris Allington, el director ejecutivo de la compañía, al medio nacional.
Esta tecnología busca reducir los tiempos de viaje y disminuir el tráfico, algo que en Queenstown resulta crucial, ya que se enfrenta a altos niveles de congestión vehicular, especialmente en áreas turísticas.
Este proyecto de prueba abarcará en un principio la región de Remarkables Park, unificando zonas residenciales con centros de compras. No obstante, se proyecta una ampliación que facilitará la conexión del sistema de transporte entre el aeropuerto de la ciudad y otros lugares esenciales, como el centro de Queenstown.