El Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) reportó el pasado domingo que los incendios forestales en Bolivia han arrasado un total de 9,8 millones de hectáreas hasta el 8 de octubre, con un 61% de las áreas afectadas correspondientes a zonas boscosas. El departamento más afectado es Santa Cruz, que concentra el 68% de la superficie quemada, seguido de Beni con el 28% y La Paz con un 3%. Estos incendios han impactado tanto áreas protegidas como propiedades empresariales y territorios indígenas.
“Las áreas con cicatrices de quema nos reportan 9,8 millones de hectáreas a nivel nacional (en los departamentos de) Santa Cruz, Beni y La Paz. Los otros departamentos no registran cicatrices de quema”, indicó el director del INRA, Eulogio Núñez.
Además agregó el 28% de las tierras quemadas se encuentra en áreas no disponibles, como parques nacionales y reservas forestales. Otro 28% corresponde a propiedades medianas y empresariales, mientras que el 26% afecta territorios indígenas originarios. La quema incontrolada sigue siendo una amenaza, con focos activos en 26 municipios, aunque ha habido una reducción en el número de comunidades afectadas desde la semana pasada.
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En respuesta a la emergencia, el presidente Luis Arce informó sobre la movilización de más de 6.000 bomberos para combatir los incendios en Santa Cruz, Beni, Pando y La Paz. Con el uso de tecnología especializada como el «Guardian System» y aviones cisterna, ya se han realizado más de 3.000 operaciones para apagar el fuego. Además, se han descargado 3.825.680 litros de agua en las zonas afectadas.
“¡Seguiremos trabajando sin descanso hasta apagar todos los incendios en nuestro país!”, se comprometió el presidente a través de sus redes sociales.
A pesar de los esfuerzos, los incendios continúan devastando grandes extensiones de territorio. La Fundación Tierra presentó recientemente un informe que estima que la superficie quemada supera los 10,1 millones de hectáreas, calificando esta catástrofe como «nunca antes vista» en la historia de Bolivia. Las autoridades siguen trabajando para sofocar los incendios y evitar que el desastre empeore.