Este domingo, las autoridades de Jalisco, en el oeste de México, informaron sobre el macabro hallazgo de cinco cadáveres decapitados en el municipio de Ojuelos. Los cuerpos fueron encontrados por agentes de la Guardia Nacional, envueltos en bolsas negras de plástico, y solo vestían pantalones. La fiscalía estatal confirmó que los restos pertenecen a hombres, cuyas identidades aún no han sido descubiertas.
El descubrimiento se produjo alrededor de las 7:05 de la mañana, cuando la Guardia Nacional recibió un aviso sobre bolsas sospechosas abandonadas en una carretera. Al acudir al lugar, los agentes hallaron los cuerpos y, cerca de ellos, otra bolsa que contenía las cabezas de las víctimas. La escena fue procesada por peritos del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses para avanzar en la identificación y esclarecer el crimen.
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Este incidente se suma a la creciente ola de violencia en Jalisco, un estado cuya capital, Guadalajara, es una de las ciudades más grandes de México. La región ha sido escenario de numerosos actos violentos vinculados al crimen organizado, principalmente al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), uno de los grupos delictivos más peligrosos de ese país.
El estado de Jalisco ha registrado 1.415 asesinatos en lo que va del año, según cifras oficiales. La violencia ha dejado una profunda huella en la población, con miles de desaparecidos y asesinados desde 2006, en un ciclo interminable de enfrentamientos entre grupos del crimen organizado y fuerzas de seguridad.