El municipio de San Javier y la comunidad de Naranjos, de la localidad Roboré, del departamento de Santa Cruz, piden ayuda para controlar el fuego que continúa arrasando con áreas forestales.
«San Javier está ardiendo. El incendio es incontrolable, requerimos ayuda urgente. El fuego se extiende en una línea de unos diez kilómetros, y está arrasando propiedades ganaderas y acercándose peligrosamente a la comunidad Las Abras», alertó el alcalde de San Javier, Dany Áñez a los medios locales.
LEA TAMBIÉN: Portando barbijos, estudiantes retornan a clases luego de cuatro semanas de vacación
Según la información, el municipio está luchando contra los incendios por más de 40 días, donde grupos de bomberos municipales y voluntarios trabajar para combatir las llamas.
El responsable de la Unidad Forestal Municipal de San Javier, Alex Galarza, dijo que aún existen cuatro incendios activos. Uno se registra en el predio Natividad, el otro en el predio de San Pablo, Belizaida – El Carmen y el de mayor magnitud está en la Serranía San Lorenzo, que se acerca a la comunidad Las Abras.
En tanto, el fuego aún continúa y amenaza al municipio de Roboré, específicamente en la comunidad indígena Naranjos. En la zona existen bomberos, militares y pobladores que aún luchan para apagar las llamas que consumen vegetación y fauna.
El presidente del Comité de Gestión del Área Protegida del Valle de Tucabaca, Rubén Darío Arias, dijo que los ataques aéreos que se tan dando en el lugar tiene resultados positivos, pero aún existe preocupación en la comunidad Naranjos.
Desde el Gobierno mencionaron que Roboré no sufrió ningún daño, pese a el municipio declaró estado de emergencia por los incendios forestales que consumieron miles de hectáreas de bosques y cobró la vida de dos personas que fueron encontradas dentro de un vehículo que fue totalmente calcinado.
«Roboré no ha sufrido ningún daño, las comunidades indígenas ningún daño, la carretera biooceánica está expedita, la línea férrea expedita», remarcó el viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes